—Qué alegría, es bueno verlos por esta casa Demir, hola muchacha—los saluda Abdul muy emocionado, a Seda y a su padre. —Está muy linda tu casa Abdul. Se nota que Feriyek, tiene muy buenos gustos. —Gracias amigo, pronto también será tu casa Seda—indica Abdul a la muchacha y ella se sonroja. —Permiso, ¿puedo recorrer la casa? —pregunta Seda con timidez. —Claro que puedes, ve y córrela. Familiarízate con cada rincón de esta casa—señala Abdul sonriendo. —Ya vuelvo. —Ven Demir, tenemos que hablar de negocios, primeramente. —Así es amigo—se van juntos a platicar a solas. Comienza Seda a recorrer, los enormes espacios de la mansión y sube motivada por el fisgoneo hasta el segundo piso, la encantadora joven lleva su hermosa cabellera, esta vez cubierta con un velo y su vestimenta es muy r