DE VUELTA A LA VIDA

871 Words
Acostado en un inmenso y cálido césped, Steven se despierta y al levantarse, ve a Elena que lo está mirando desde lejos, y dice con una voz entre cortada: — ¡¿ESTOY MUERTO?!, ¡ELENA!... ¡LLÉVAME CONTIGO!, ¡ELENA!, ¡ELANA! En ese instante, lentamente Elena se acerca a Steven, y le dice: — Regresa, este no es tu momento, aún tienes cosas por hacer en el mundo. — ¿Cómo qué?, perderte a ti Elena fue como perder mi propia vida, este vacío que dejaste nunca será llenado por nadie, llévame contigo amor. Suavemente, Elena acaricia la mejilla y luego la frente de Steven, y le dice: — Vete. — ¿Qué?, no... no quiero, quiero estar contigo. Steven intenta abrazar a Elena, pero esta lo empuja con una fuerza impresionante, el cual hace que este se despierte inmediatamente. En seguida, Steven se percata que esta boca abajo, y escucha muchos que el médico le dice: — Qué bueno que hayas despertado, eres un hombre muy fuerte. Steven con mucha dificulta para ver al médico, le dice: — ¿Qué fue lo que ha sucedido? — Pues... has regresado, estabas muerto casi un minuto, debes de agradecerle a Dios que te dio otra oportunidad de vida. — Sí, primero es Dios ante todo... que extraño, he visto a mi esposa. El medico examina nuevamente a Steven, y le dice: — Pudo a ver sido un sueño. — No, eso fue real, Elena me ha regresado a este mundo, pero que yo recuerde, yo... yo no estaba tan mal. — Te complicaste hace diez días y fue necesario que entraras a la Uci. — ¿Diez días?, no puedo creer eso, me están mintiendo, solo fue ayer que entre a este hospital. — Cálmate, si gustas puedes preguntarle a la enfermera, ahora quiero que me respondas algo. — ¿Sí? — ¿Sabes en qué país estás? Steven se queda un poco pensativo, mientras escucha a varios pacientes dentro de la habitación que empeoran su salud. Cuando el médico le vuelve a preguntar: — ¿Sabes en qué país estas? — Sí, yo estoy en Trinidad y Tobago, ¿por qué la pregunta? — Tu recuperación fue milagrosa y muy pronto ya podrás salir de aquí, ¿tienes a alguien en este país quien te pueda ayudar? En seguida, Steven piensa: “¿Que voy hacer?, como le voy a decir a la familia de mi esposa esta tragedia”. El medico observa una mancha rojiza en los ojos de Steven, y le vuelve a examinar su vista. Steven se preocupa. Y de inmediato le dice: — ¿Pasa algo doctor? — No, relájate un poco y no te asustes. El medico hace todo lo posible para estabilizar a Steven y luego de dos minutos se va de la habitación, mientras Steven queda boca abajo. Mirando a otro paciente que está agonizando. El día siguiente, Steven se despierta y observa que todos están corriendo de un lado para el otro, y se da de cuenta que aquel señor que estaba mirando había muerto. Steven se angustia y trata de darse vuelta. Cuando una enfermera le lo toma de la cintura, y le dice: — Señor, ¿qué hace?, no, no, no, no sé de vuelta, usted todavía está muy delicado. — No me hagan reír, ¡míreme!, ya me siento mejor, no necesito respirar a través de nada de esas cosas. — Señor haga caso, y vuelva a estar como estaba. Steven se desconecta de todos los aparatos, y le dice a la enfermera. — ¿Que han hecho con el señor que tenía al frente y con la mujer que estaba antes del? — Necesito hacer una llamada a Colombia, ¿puede usted ayudarme? En ese instante, el medico entra y sorprendido al ver a Steven sentado en la cama hablando con la enfermera, dice: — ¿Qué es lo que está pasando aquí? De inmediato, la enfermera le dice al médico: — De un momento a otro se desconectó. Y se sentó en la cama sin yo poder hacer nada. Steven le dice al médico: — Ayúdeme, necesito comunicarme con los familiares de mi esposa en mi país Colombia. Con un poco molesto por la actitud de Steven, el médico le contesta de muy mala manera: — Primero te voy a realizar otra prueba molecular, para ver si ya desapareció el virus de tu cuerpo, y después ya veremos. — ¿Cómo así?, que quiere decir que ya veremos, acaso estoy preso aquí, yo estoy bien, no ve me ve. — Claro que lo estoy viendo, pero hay que examinarlo otra vez. — Está bien, yo recuerdo haberle escuchado que me iba ayudar. — Si Steven, yo te voy a ayudar, pero todo a su debido tiempo, primero tienes que ayudarnos a nosotros hacer caso, para que podamos hacer bien nuestro trabajo. — Está bien, ahora tengo fuerzas para vivir gracias al encuentro que tuve con Elena, yo sé que voy a lograr vencer este dolor que todavía tengo en mi alma, al perder a mi esposa. En ese momento, la enfermera trae las pruebas, y sin perder tiempo el medico se las realiza a Steven...
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