CICATRIZ

711 Words
Con un papel en la mano, un policía le dice a Steven y a Harold: — Prepárense, en minutos migración ya viene por ustedes. Después de decirles eso, el policía que no habla muy fluido el español, atiende a otras personas, mientras Harold le dice a Steven: — ¡Voy a regresar a mi país!, qué alegría... después veré como recupero mi yate. Steven se sienta en el suelo, y luego le dice a Harold: — Yo te dije que nos iban repatriar, pero en mi caso, es una alegría agridulce. — ¿Por qué dices eso Steven?, te van a mandar directo a Bogotá – Colombia, eso era lo que siempre has querido. Con una lágrima en sus ojos, Steven le dice a Harold: — Pues... por andar de viaje en viaje he perdido a la mujer de mi vida, la cicatriz que ha dejado mi esposa en mi corazón y en mi alma, nunca serán borradas. Y no sé si cuando llegue al país... y mucho peor, cuando llegue a nuestra casa, la casa que vivimos y compartimos muchas cosas. Tengo miedo que los recuerdos de mi esposa me vayan a enloquecer. En seguida, Harold le expresa a Steven: — Pues que te digo. Amigo si te sirve de consuelo... yo perdí a mi padre y fue el dolor más grande que pude sentir en toda mi vida, desde muy pequeño yo vía a mi padre como un hombre fuerte, un hombre en la cual no se enfermaba, un hombre que saco a su familia adelante. Cumpliendo con todas sus responsabilidades. Y créeme somos bastantes. — ¿Qué tan bastantes? — Yo tengo siete hermanos. Steven se sorprende al escuchar a Harold, y le dice: — ¿Qué le sucedió a tu padre? — Siendo aún muy joven, mi padre murió de un infarto a sus cincuenta y seis años. — Cuanto lo siento Harold, debió ser muy duro para ti. — Sí, ¡mira!... este es el tatuaje que me mandé hacer mi hombro derecho, el cual puse su nombre alrededor de este círculo, para llevarlo siempre conmigo. Steven ve el enorme tatuaje, y luego le dice a Harold: — Es bonito y muy llamativo. — Sí, Roger por siempre, se puede decir que esta es mi cicatriz, la cual nunca olvidaré, así que no te congojes demasiado, recuerda a tu esposo con amor. — Gracias Harold, intentaré salir adelante, lo haré por Elena, porque la vida sigue. Y después que pase esta pandemia... — ¿Después qué? En ese instante, inmigración entra en la caseta y le dicen a Harold y a Steven que vayan con ellos. De inmediato, Steven se levanta y les dice a los funcionarios: — ¿A dónde nos llevan? En seguida, un funcionario le dice a Steven: — Ustedes serán llevados al aeropuerto Cheddi Jagan, para repatriarlos a sus países. En ese momento, Steven le da la mano a Harold, y le dice: — Aunque nos conocimos de mal manera, y con tan poco tiempo. Puedo decir que te considero un amigo. De inmediato, Harold reafirma la amistad diciéndole a Steven: — Pues de mi parte, me queda la cicatriz que me dejaste con ese palo. — Perdóname Harold, fue supervivencia. Harold se sonríe y le sigue diciendo: — Yo te perdone en el momento en que estaba viéndote en el mar, algo extraño pasó en ese instante. Y sentí que debía sacarte de ahí. — Gracias, pensé que moría. — De todas formas, y como dices, yo también te considero un amigo. — Espero que recuperes tu yate. — Eso haré. En seguida, Steven y Harold se dan un abrazo, y se despiden por última vez. Después de varios minutos, migración lleva a Steven al aeropuerto Cheddi Jagan, y lo suben al avión que va directo a Bogotá junto a cinco ecuatorianos, y tres peruanos. En medio del viaje a Colombia, Steven mira por la ventanilla del lado derecho y se acomoda en su asiento. Y en segundos se duerme. En ese instante, Steven sueña que Elena camina hacia un abismo, e intenta llamarla, pero no la ve con mucha claridad. Y grita diciendo: — ¡ELENA NO LO HAGAS!... ¡DETENTE!, ¡AMOR!, ¡NO TE LANCES A ESE ABISMO!...
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