Edrick llega a su departamento, se sirve un vaso de whisky y toma asiento en el sofá de su sala, para esperar, ya ha hablado con el detective y concertado una cita para esa misma noche. Él sigue pensando en su infancia y en Mia. Recuerda. Esto es lo que lo le hace recobrar la cordura, mantenerse sereno, solo eso necesita en estos momentos, recordar a Mia. * Poco tiempo después de conocerla, Edrick ya admiraba a Mia, tanto que luego de muchas súplicas, consintió con sus padres, para que lo dejaran ir a citas de juego y clases particulares casi a diario en casa de Mia. Mientras ella se dedicaba a enseñarle un lenguaje que él ya conocía divinamente. Él no lo hacía con intención de engañarla deliberadamente, en un principio quiso decirle la verdad, que él entendía perfectamente el español,