El lugar está muy limpio y amueblado de forma sencilla, la alacena ya esta llena de comida y hay un refrigerador que tiene varias raciones de comida congelada.
– Quisiera disculparme, preparamos todo tan rápido como se pudo, tu padre no nos dio mucho tiempo. – Sigue con la sonrisa y aunque no este haciendo algo divertido o gracioso, no parece para nada una sonrisa fingida.
– Tú… ¿Lo conoces?.
– ¡Oh! Si, aunque no mucho… Es amigo, bueno, jefe de mi madre.
– Ammm… Así que amigos. – Daniele la observa con algo de sospecha y suelta una carcajada que retumba en la sala, la cual hace sobresaltar a Mia.
– No tienes que preocuparte. – Habla entre risas tratando de contenerse. – Mi mamá solo se hace cargo de la casa, la cuida y cuando tu padre lo solicita, prepara el lugar, ¡Es solo eso! Se co
