Daniele parece bastante entretenida, cómo si fuera una niña a la que le están leyendo un cuento antes de dormir, Dominik parece escuchar, pero se nota tenso, aunque trata de simularlo muy bien esbozando una que otra sonrisa y cambiando de posición ocasionalmente en el sofá. No fue muy difícil hablar de todo eso, de hecho, fue muy terapéutico, ahora Mia se siente más curada, si se puede decir así; además, el alcohol la ayudó a desinhibirse. – Así que… Tú te fuiste de tu hogar, no porque tu hermana se acostó con tu novio, no porque te enteraste el día de tu boda, no, y tampoco porque tu madre sabía todo y te lo oculto. Te fuiste porque sentías que debías buscar algo, pero no sabes ¿Qué?. ¿Te estoy entendiendo, Mia?. – Daniele le habla seriamente aunque no puede evitar sonreírse, considera