Una se levantó, sus tacones le daban una ventaja para que su frágil y pálida figura se elevara sobre Janet. Su cabello rubio platino comenzó a salir despacio del moño apretado mientras hablaba con vigor.
—Sé mucho más que tú —susurró Una furiosamente—. Ayudando a traidores... causando la muerte de un soldado leal... —Una soltó una carcajada amarga— Dime, ¿te hace sentir bien saber que causaste la muerte de alguien leal a nuestro reino?
Janet dio unos pasos atrás, como si Una la hubiera agredido físicamente. Las palabras le atravesaron el corazón, aumentando su culpa exponencialmente.
Satisfecha por saber que había ganado, Una se alejó de Janet triunfalmente.
—Nos veremos dentro de una hora... Luna —dijo Una la última palabra de manera sardónica.
—El rey Nick deseaba reunirse con ella
