Gabriela. Se sentía extraño, incómodo. Escuchar su respiración, tener su cuerpo al lado del mío mientras ambos estábamos desnudos. Me había dejado tocar de este hombre y creo que no podía permitirlo otra vez, porque tan solo de pensarlo… y sentía asco de mí, de mi cuerpo, no podría tener sus manos sobre mí de nuevo o sus besos en mis labios, su lengua dentro de mi boca. Sé que mi numerito había salido muy bien, así como estaba segura de que no podía repetirlo. Me negaba. No había podido cerrar los ojos más de media hora y ahora mismo me encontraba muy cansada, ya lo sentía moverse, yo estaba tensa, con miedo por si él se daba cuenta de que tan solo se quedó dormido. Por más que lo intentaba, mi mente no dejaba de pensar en escapar. Necesitaba salir de aquí, pero no podría si no f