—¿Hay alguna razón para que entres a hurtadillas a mi edificio un fin de semana a estas horas de la noche? —Pregunto él, su tono serio hicieron que ella pensara en una respuesta adecuada Pensó y pensó y al final se decidió por decir la verdad —Mi teléfono señor… lo deje ayer en los casilleros —Respondio ella, frunció el ceño recordando el aparato por el que estaba en esa situación, a punto de perder su trabajo No estaba en sus bolsillos pero una rápida mirada al suelo revelo su mal presentimiento, el frágil dispositivo se habia salido de sus bolsillo y caído al suelo, al tomarlo entre sus manos noto que la pantalla estaba partida y totalmente oscura Cerró los ojos con fuerza intentando calmarse Primero su auto, ahora su móvil —Fue mi culpa al interceptarla de esa manera —Dijo Erick