Capítulo 4 I Parte

1182 Words
Lynsay parpadeo y solo entonces sintió una solitaria lagrimas resbalar por su mejilla que de inmediato limpio con el dorso de su mano ¿Cómo se habia equivocado tanto? Ahora sabia que nada de lo que habia ocurrido en su relación habia sido su culpa, por mucho tiempo que lo era pero ese año lejos de todo al fin podía ver la realidad, “Nunca terminas de conocer a la personas” ese dicho lo habia escuchado tantas veces a lo largo de su vida, cuanta razón habia detrás de aquellas palabras, en su caso David de alguna forma habia ocultado a principio su verdadera personalidad y solo cuando fue muy tarde para ella era que habia dejado salir la oscuridad en su interior Estaba enfermo Lo suficiente como destruir el amor que alguna vez sintio por  él de la peor manera posible, desde luego que aquel recuerdo solo era uno de muchos, todos cada vez mas dolorosos que los anteriores, antes de que fuera demasiado tarde Lynsay habia huido, primero fue a casa de sus padres luego de dejarle claro a David que habían terminado, él no lo tomo nada bien  y la dia siguiente pudo ver realmente de lo que era capaz, al conseguir su titulo como abogado no tardo mucho en codearse con diversas personas, cada una procedencia nada confiable que en ningún momento ella acepto, hacia amistades con personas con comportamientos extraños y misteriosos, siempre salía de la habitación cada vez que su telefono sonaba y luego de terminar todo el mundo se dio cuenta de que ahora estaba en la política, su reputación en su pueblo rápidamente se fue por el suelo y ella sabia que todo eso era gracias a él, era su forma de hacerla regresar Los padres de Lynsay no se lo estaba tomando nada bien aunque podían vivir con el hecho de que la imagen de su hija lentamente se estaba deteroriendo de la noche a la mañana, David se encargo de eso y mucho mas, luego vivieron las amenzasy fue ahí cuando ella supo que no podía permanecer mucho mas tiempo en ese lugar, exponiendo la tranquilidad de su padres a cada seguno, por las extrañas llamadas  a media noche, las amenazas de suicido a su correo y el hecho de que no podía conseguir ningún trabajo ahí es que ella le habia mentido a sus padres para huir de su ciudad Desde entonces habia estado huyendo Por  un tiempo pensó que habia conseguido al fin dejar su pasado atrás pero entonces encontró rosas, flores y cartas de amenazas en la puerta de su anterior apartamento, no le cabia duda de que cada día David tenia más poder en cuanto política, nunca descartaba la idea de que él aun estuviera detrás de su pista Sin embargo llevaba mas de cuatro meses sintiendo tranquilidad en Manhattan, muy en el fondo esperaba de que ajetreo de la ciudad fuera suficiente para hacerle desaparecer el rastro en lo mejor posible, incluso habia temido obtener el trabajo en el hotel preocupada de que a través de su identidad su ex volviera a encontrarla pero le habian asegurado que el departamento de seguridad de recompilacion de datos de los empleados del “Manhattan wolf” era sumamente confidenciales y casi nadie tenia acceso a ellos, incluso tubo que firmar un extraño contrado de confidencialiad cuando acepto el trabajo “No podrá decirle a ninguna persona ni a los medio cualquier cosa en el establecimiento” “Si nota algo fuera de lo común deberá mencionarlo al dueño del hotel o al jefe inmediato” “Queda totalmente prohibido la distribución de imágenes o fotos de parte de los empleados en las instalaciones del hotel” Cuando habia preguntado Damian habia contestado con un brillante sonrrisa “es parte del protocolo” Lynsay habia fruncido el ceño pues aun no comprendía, sin embargo era lo mejor que tenia y de hecho muchas personas envidiarían su puesto si supieran los beneficios y el sueldo que recibia, en su situación actual no podía darle el lujo de perder ni un centavo   —Pfff —Suspiro al tiempo que levantaba la mirada, apenas vio un destello de azul entrar por la puerta y supo que su amiga habia llegado Los ojos de Amber Wilson brillaron y una sonrrisa apareció en su rostro al ver al encontrar a su amiga en la cafetería, su melena azul ondeo a su alrededor mientras se aproximaba en su dirección Lynsay se levanto de su asiento decida a alejar los malos recuerdo y centrarse en el nuevo cambio de su amiga —¡Dios! —Exclamo sorprendida mientras abrazaba a la peli azul La sonrrisa de Amber se ensacho mientras hacia poses con su cabello —¿Te gusta? —Pregunto ella —Tan solo hace dos semana era de color rosa —Dijo Lynsay mirando con absoluto asombro el nuevo look de su amiga —Lo se, pero han ocurrido algunas cosa estos días —Su amiga se encogió de hombres y ambas tomaron asiento —Quise volver a probarlo —¿Ya lo habías hecho antes? —Si, cuando era adolescente —Amber le guiño un ojo —El color azul me trasmite paz, mucha tranquilidad y armonía, Dios sabe que necesito mucho de eso estos días “Si tan solo cambiar el color de mi cabello hubiese sido suficiente para mi…” pensó Lynsay sin embargo lo dudaba, algo como eso no hubiese podido mejorar su situación —¿Cómo va la busquedad? —Le pregunto ella Amber se encogió de hombros —Pésimo —Respondió haciendo una mueca mientras apoyaba sus codos sobre la mesa —Si no consigo otro empleo los próximos meses estare en la calle —Eso no es cierto, puedes venirte conmigo —Dijo ella dándolo otro sorbo a su café —Ya te lo he dicho —Sabes que no puedo, prácticamente dormiremos encima de la otra Ambar tenia razón, su apartamento aunque tenia toda las comodidades era muy pequeño para la cosas de ambas —El campus no puede tenerte por mucho tiempo, me gradué hace meses, soy la única anciana entre todos esos adolescente —Su amiga negó con la cabeza Lynsay aprovecho un momento para pedirle un café a su amiga antes de seguir con la conversación —Algo tiene que salir —Amber cubrió su rostro con sus manos en un gesto de frustración —Por supuesto que si —Lynsay tomo su mano —Estas exagerando, solo tienes veinticinco Un minuto mas tarde habia un par de capuccino para ambas, necesitaba de toda la cafeína posible para ese dia, debía ser algunos reportes sobre los nuevos huéspedes, algo que no era nada necesario pues se suponía que solo debía reservas el hospedaje y los demás se encargaba la computadora pero la gerente Alexa habia insistido A veces creía que lo hacia solo porque podía y obtenía placer con el hecho de ponerles mas trabajo, ella no era la única, ninguna de sus compañeras se habia salvado de las ordenes de la gerente
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