La mirada de Víctor se fue con la moto que estaba pasando por la carretera, de fondo escuchaba la voz de su amigo Camilo que le hablaba de algo que no entendía en lo absoluto.
—¿Qué te parece? —inquirió Camilo.
Víctor volteó a mirarlo con rostro en blanco y trataba de rebuscar en su mente qué era lo que le estaba preguntando, porque en una parte de la conversación se quedó sin el hilo y ahora se le hacía imposible encontrarlo. El joven lo único en lo que pensaba era el por qué Anna le canceló la tarde de postres y se arregló como para ir a una fiesta mientras le daba la excusa que iría a ver a una amiga que se había enfermado; él no era tonto, sabía claramente que le estaba mintiendo. La vio sospechosa, un poco nerviosa y se pasaba en repetidas ocasiones la mano por el cabello que se a
