—Entonces —Insistió Eiron—. Dime tú, ¿cómo queda esta situación? Leslie fastidiada ante su insistencia le torció los ojos, se paró del sillón y caminó hacia el lugar donde él tiene sus bebidas. —De verdad que no entiendo cómo en esta ocasión te pones tan fastidioso, nunca antes te habías metido en mi trabajo —le reprochó estando de espalda a él y a Altair. —¡Será porque el cambio no era tan evidente como ahora¡ ¿cómo se te ocurre tomar decisiones de tal magnitud sin consultar antes? —cuestionó serio mientras observaba a Altair que estaba mirando hacia otro lado. —Ni que hubiera empeñado el local ni ninguna de tus propiedades; al contrario con la decisión que tomé le he duplicado las cifras de tus cuentas bancarias, así que deja de estar reclamando sin base alguna —le contestó Leslie br