Por momentos Altair se sintió confundida y hasta asustada pues no sabía a ciencia cierta qué intenciones tenía Eiron con ella, esta persecución que él ha marcado no es normal; de hecho no es normal que ningún hombre la persiga. Primera vez en su vida que se siente tan asediada por alguien, ni siquiera sus padres cuando estaba en la edad de ser rebelde y tremenda, la habían acosado tanto como este hombre que amenaza con estar ahí cada vez que se dé la vuelta. —¿Qué quieres de mí? —le preguntó ella en voz pausada—. No te he hecho nada también sabes que no estoy interesada en ti. Entonces, no entiendo cuál es tu insistencia de perseguirme a donde quiera que voy. En cambio, yo lo que deseo es mantener la distancia contigo, si ahora estoy obligada a verte no es más que un error del destino, po