Con suerte para Altair la cena no se prolongó más del tiempo que creyó y estaba dispuesta a soportar. Klaus la puso nerviosa. La intensidad de Klaus la incomodó hasta el punto que sintió deseos de salir huyendo. Una llamada de Leslie fue la que le sirvió de excusa y de la necesidad de cortar la cena hasta donde pudieron, no probó postre ni el café que Klaus ordenó. —Como pudiste ver, debo retirarme —le anunció mostrandole el teléfono luego de finalizar la llamada—, Leslie reclama mi atención y con la situación que se va a presentar por mi viaje, debo acudir de inmediato a su presencia. recibe mis excusas —le dijo Altair poniéndose de pie al tiempo que tomó su bolso. —Pierde cuidado, entiendo a la perfección que tienes tus obligaciones y no voy a ser yo que me interponga en ellas —adujo K