Esa misma noche, Altair hizo acto de presencia en el Night Club como lo había venido haciendo desde que accedió a la propuesta de Leslie. Pese a mostrar estar en completa tranquilidad, el actuar con normalidad como si en todo en su vida marchará de la misma manera por dentro se sentía completamente insegura.
Dado que no se sentía aún preparada para mirar a Eiron a los ojos llegó al Night Club y solamente saludó a las personas que se consiguió a su paso hasta que ingresó al camerino que ha venido compartiendo con Lorena.
—Hola niña, ¿Cómo estás? —le preguntó Lorena al verla ingresar—. ¿Cómo sigues del dolor? ¿crees que puedas presentarte así, sin correr riesgos de terminar fracturándote la pierna o el pie?
—Sí, tranquila. Es un dolor que ha ido cediendo. Nada del otro mundo, por lo menos
