Abro los ojos despacio y miro alrededor. Estoy sentada en un sofá de una plaza y me he quedado dormida. Quien sabe por cuanto tiempo. Estoy en la habitación donde tienen a Eros. El cual, se está recuperando de una herida de bala. Al llegar a casa, después de mi primer día. Me encontré con la situación. Una que no espere encontrar. Arslan se ha puesto en peligro por querer acabar con una amenaza a la que se está enfrentando desde hace algunos meses y, no me había informado que tan grabe está la situación. Ahora estamos en un consultorio comunitario en medio del Bronx. Mi esposo a amenazado con un arma a la doctora a cargo para hacerla socorrer a Eros. —No deberías estar aquí—escucho en voz baja. Miro a un lado y, veo a Eros acostado en