No discutí porque sabía que terminaría convenciéndome pero si suspiré descontenta, la verdad es que mi corazón latía muy fuerte y ya fantaseaba con encerrarme otra vez en el baño a masturbarme y tragarme toda la leche. Pero no, no debía llegar a ese punto, por más que la abstinencia s****l estuviera haciendo mella en mí. Me arrodillé delante de él y me apuntó con su v***a a los pechos, aparté mi largo cabello hacia un lado, para que no lo manchara y espere un buen rato apretándomelas mientras él sacudía su mano, cuando por fin soltó su primer chorro de leche no lo hizo en mis tetas, sino que fue a parar justo contra mi cara, rápidamente cerré los ojos y la boca y sentí como el esperma se me pegoteaba por toda la cara, en mis labios, las mejillas, los ojos, la frente, parecía no parar nunc