Capítulo Dos

1483 Words
Bogotá, Colombia, Cuatro años después.  Otra noche sin haber dormido, miro a mi alrededor y aprieto los ojos cuando a mi lado veo dormir a Ángel, suspiro de nuevo frustrado y me levanto molesto, camino hacia la habitación de Noely y me sorprende verla aún dormida, ella normalmente es la primera en levantarse para ir al colegio.  -Princesa, despierta o se hará tarde.  Ella se remueve y niega con la cabeza. -No quiero. -dice adormilada. -¿Por qué no?  -Porqué no me siento bien papi.  Toco su frente y efectivamente tiene fiebre.  -Llamaré al doctor.  Salgo de la habitación y bajo hasta la cocina, tomo el teléfono y marco a nuestro doctor de cabecera, no tarda ni cinco minutos en llegar pero a mi se me hace eterno el tiempo.  El doctor me saluda y le menciono un poco de lo que noté en mi Noely, él asiente y subíamos hasta su habitación, mi niña esta tapada con la manta que le regalo Mirela hace tiempo  cabe mencionar que ya no la cubre por completo.  -Princesa, ha venido tu amigo el doctor.  Noely abre sus ojos y saluda débilmente con su mano.  El doctor se acerca a ella y la revisa. Lo veo negar varias veces con la cabeza.  -¿Podrías dejarme a solas con Noely, Alessandro?  -¿Por qué?  -Necesito hacerle unas preguntas.  -¿Está todo bien? Digo, ¿debería preocuparme?  -No, o no por ahora, cuando termine de revisarla te llamaré.  Hago lo que el doctor dice, y no lo haría si no lo conociera, pero da la casualidad de que es el mismo doctor con el que sale mi madre. Les doy su espacio y mi ansiedad aumenta.  Después de varios minutos el doctor sale y me pide que pase, le ha dado medicina y se ha quedado dormida, le empezará a bajar la fiebre y luego será cosa de que repose un par de días.  -¿Doctor díme que es?  -Alessandro, si te digo no me vas a creer.  -¿Por qué? ¿Tan malo es?  -Para una niña de su edad más que malo es preocupante, Noely presenta síntomas de  depresión. Y comprenderás que la depresión a cualquier edad es algo de cuidado aunque no lo parezca.  -¿Estás jugando? - cuestiono conmocionado.  -No, ella en realidad está deprimida Alessandro, y es increíble lo sé, pero es verdad.  Mis oídos se niegan a creer que eso es verdad, no hay que ser sabios para entender porqué Noely esta así, por Mirela.  ༄༄༄༄ Después de que él doctor se fuera subí de nuevo a mi habitación, debía cambiarme para ir a la empresa, sonrío sin ganas, esa empresa que mi padre y el padre de Elliot obtuvieron con esfuerzo ahora ha rendido frutos, ahora es la empresa más grande de Colombia, y Elliot y yo uno de los hombres más jóvenes y ricos del país.  Cuando estoy terminando de acomodar mi corbata siento las manos de Ángel acariciar mi espalda.  -Buen día amor.  -Buenos días.  -Aún tenemos tiempo de divertirnos un rato. -No estoy de humor para tener sexo ahora, Ángel.  Ella suelta su agarre con enojo.  -Nunca estás de humor Alessandro, cuatro años, son cuatro años que llevamos casados y puedo contar con una maldita mano las veces que hemos hecho el amor.  La miro de mala manera. -No es "hacer el el amor" Ángel, a la intimidad que puede haber entre tú y yo se le llama sexo, "hacer el amor" suena ridículo y aún más porqué no te amo.  Ángel frunce su ceño y ahora hará ese maldito gesto tan horroroso con la nariz, ella va a llorar.  -Seguramente sigues pensando en esa mujer, ¿no es así?  -Termina ya con esto Ángel, estoy harto de la situación, firma el maldito divorcio de una buena vez. -Ni loca Alessandro, no te dejaré el camino fácil, no ahora que me ha costado tanto vivir a tu lado, si yo no soy felíz tú tampoco lo serás, además tu estúpida Mirela ya está casada y seguramente vive felíz, y también es probable que tenga hijos con su esposo, lo cuál quiere decir que ha sido suya desde hace cuatro años, y eso indica que ella ya te olvidó.  Ángel sale furiosa pero con una sonrisa victoriosa en el rostro, sabe perfectamente lo que siento por Mirela, pero ahora que lo pienso tal vez ella tenga algo de razón, tal vez ya me olvidó, y ahora esta tratando de ser felíz con ese idiota, o tal vez ya lo sea.  ༄༄༄༄ Llego a la empresa y todo mundo me observa en silencio, incluso siento que bajan la mirada cada vez que me ven llegar, ignoro eso a pesar de que me hace sentir incómodo, son mi gente, gente que con su esfuerzo ha logrado que está empresa sea lo que hoy es, la mejor, y detesto la idea de ellos teniendome miedo.  Kalí se esncuentra atendiendo el teléfono, me ve y sonríe como sólo ella podría hacerlo, con esa sonrisa que dice "jefe todo va a estar mejor" aunque no tenga muchas esperanzas de que así sea.  Kalí nunca me dice pero sé que habla con Mirela, ellas se han hecho buenas amigas, la última vez que la vi estaba increíblemente hermosa, en ese vestido azul, fue en la boda de Jane y Elliot, recuerdo cuando nuestros ojos se toparon, ella me sonrió y fue el momento más felíz de todos esos dos primeros años sin ella, Noely era la más felíz, incluso le pidió que se la llevara con ella a España. Vi como se le hicieron agua los ojos, tanto como a mi.  Miro por la ventana y ha empezado a llover, entonces automáticamente recuerdo la ultima noche de cabo, la lluvia, los truenos y a Mirela. Nuestra plática, nuestra noche, cuando fue mía.  Estos cuatro años han sido un infierno, todo sería mejor si por lo menos haya tenido conmigo a ese bebé que Ángel perdió por ir a sus tontas rutinas de gimnasio, porque si, ella estuvo embarazada, pero lamentablemente lastimó a ese bebé y no pudo llegar a nacer, es por eso que no nos divorciamos enseguida, por la "supuesta depresión" de ella al perderlo, irónico ya que sólo se la pasaba maldiciendo la situación. Tenía tres meses de gestación cuando eso ocurrió, me dolió mucho pero supongo que por algo pasan las cosas.  Si pudiera reducir la vida de estos cuatro años en cuatro palabras estás serían... un infierno con Ángel.  Hay días en los que trato de convencerme que todo está bien, aunque no todo está bien, si no fuera por mi familia siendo felíz estaría completamente amargado, mi princesa que ya no es una bebé, ahora es una niña grande como ella dice, es independiente, inteligente y sobre todo hermosa, mi madre que después de tantos años volvió a encontrar un buen hombre que este a su lado, mi mejor amigo quién ahora vive felíz al lado de Jane, de la pequeña Bell y de la inquieta Paula, su hija pequeña, además esta Kalí quién es más que mi asiente, es mi amiga. Mi familia.  Si no fuera por ellos yo no tendría motivos para sonreír, aunque ya no lo haga muy a menudo.  -¿Jefe, todo bien? - cuestiona Kalí apenas cierra la puerta.  -Quiero creer que sí Kalí.  -No me gusta verte así Alessandro, es pésimo, me deprimes. -Lo siento Kalí, pero ahora ya no sé como estar. -Pues te sugiero que pongas tu mejor cara, tus sobrinas han llegado. Sonrío  por primera vez en el día, salgo a toda prisa de mi oficina sólo para encontrarme a Jane y Elliot junto con las hermosas de sus hijas.  -Jane que gusto verte. Hermano, ¿Cómo estás?  -Desvelado, a Pau le estan saliendo los dientes y no paró de llorar en toda la noche.  Jane y Bell ríen.  -Hola hermosa, ¿cómo estás?  -Muy bien tío Alex, ¿dónde está Noely?  -Ella está un poco enferma hoy, no podrá ir al colegio.  -¿Es grave? -pregunta Bell con inocencia. -No, el doctor dijo que era algo depresivo.  -¿Qué es depresivo papi? -le pregunta a Elliot. -Amm bueno, mamá sabe.  -Mami...  Todos hacen silencio esperando respuesta, yo y mi bocota.  -Hey bella bell, ¿quieres ayudarle a tía Kalí con los informes?  -¿Puedo papi? -pregunta con emoción. -Puedes princesa. Bell toma la mano de Kalí y se alejan de nosotros.  -¿Cómo es eso de que mi florecita esta deprimida?  -Salvador me lo dijo en la mañana.  -¿Pero ella está bien?  -Quiero creer que si Jane, aunque no estoy muy seguro, ella no ha querido hablar conmigo y hoy por la mañana ya no pude pues estaba dormida.  -Espero que sea pasajera, ¿podemos ir a verla?  -¡Claro que pueden! Esta de más que me lo preguntes.  Elliot y Jane intercambian miradas y sé que algo no está bien.  -¿Qué ocurre?  -Nada. -contesta rápidamente Jane. Miro a Jane quién baja la mirada, la conozco tan bien que sé que está mintiendo.  -Ángel corrió a Jane y las niñas la última vez que fueron a visitar a Noely.  Siento que toda la rabia contenida sube de golpe a mi cabeza, ¿Con qué derecho se atrevió?  -¿Por qué no me habías dicho nada Jane?  -No quería problemas Alessandro.  -Pues ahora tenemos uno mucho más grande.  Paso de largo dejando a Elliot y Jane atrás, esto no puede seguir así, no señor, debo tomar cartas sobre el asunto.  Escucho como Jane dice mi nombre pero no pienso determe. Esta vez llegó demasiado lejos. 
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