Narra Ethan Tan pronto como la puerta se cierra, presiono mi espalda contra ella y dejo escapar un profundo gemido. El pasillo está despejado mientras escucho lo que sucede dentro de esa habitación. Puedo oírla gemir, su voz cada vez más fuerte y profunda, y de repente la oigo decir mi nombre. La escucho decir mi nombre. Me vuelve jodidamente loco. Toda esa experiencia fue una prueba de paciencia y autocontrol para mí. Todo lo que quería hacer era deslizar mi pene por su bonita garganta y follarla hasta correrme, pero sabía que era demasiado pronto. Necesito seguir superando los límites, seguir generando suspenso. Necesito controlar todo sobre esto.Pero joder, no quiero tener el control. Me bajo la bragueta y saco mi pene, incapaz de detenerme. Estoy muy duro, prácticamente sonando de n