Narra Ethan
Miro mi agenda y suspiro. El día casi ha terminado y, sin embargo, siento que no he hecho nada. Me he sentido así desde que Astrid entró en mi vida, pero sé que no es culpa suya. Sólo estoy distraído por ella. Anoche me quedé dormido en su cama. Me dije a mí mismo que no iba a hacer eso, pero sucedió. Cuando la oí gritar pensé que algo horrible estaba pasando.
En cambio, terminé hablándome de mi vida. Nunca hablo de mi padre, con nadie. No es que esté avergonzado, o no exactamente, pero no soporto que la gente sienta lástima por mí. Sobreviví y salí de allí, y eso es todo lo que me importa.
Todavía hablo con mi madre quizás una vez al mes. Pagué su casa, a pesar de que mi padre me pidió que no lo hiciera, y les compré un auto nuevo. Pero ese es el alcance de esto. Les daría
