Isabelle Voy al trabajo con una sonrisa pensando que en un par de horas veré a Lucian. ¿Qué me ha hecho este hombre? aún más ¿Qué voy a dejar que me haga esta noche? Tengo nervios, pero debo ser valiente, además es algo que yo también deseo. En la empresa voy al área de producción y reviso que la máquina que estropeó Adrián ya esté funcionando correctamente. Nos atrasará un poco, pero ya hablé con los clientes y no habrá problemas. Maldito Adrián Bailey. Sonrío con satisfacción al recodar que en su rostro aún se veían rastros de moratones, ya me imaginaba que Lucian había hecho algo más que dejarlo tirado en un callejón. A la hora del almuerzo decido irme a casa, es una de las ventajas de ser la jefa. — Linda, ya me voy — le digo a mi asistente — si pasa algo urgente llámame — No