Comencé a caminar adentrándonos en el los bosque, todo era tan verde y lleno de musgo, no hace poco acababa de llover y el cielo se descubre abriéndose paso entre los primeros colores del sol, unos magníficos rosados y lilas sobre el alba… respire profundamente, dejando que mi cuerpo se relajara, dejando atrás las mentiras de mi estado físico, dejando que despierte cada extremidad de mi cuerpo, Keila se colocó a mi flanco derecho, respirando unos segundos después de mi, Israel estaba en relativa calma detrás de nosotras, siguiendo nuestro pasos, haciendo ruidos con sus pies al pisar las hojas y ramas, Keila y yo conocíamos todo el terreno de sobra, sabía a donde ir… mi paso se fue acelerando conforme mi cuerpo respondía a la naturaleza, empecé a dar más zancadas en el suelo, que se hicier