Ava: Me muevo inquieta cuando siento el espacio vacío al otro lado de la cama. Maxon llegó a media noche ayer y nos mantuvo despiertos por un largo rato antes de caer cansados. Creo que esa fue su manera de disculparse, ya que su toque era necesitado y demandante. Me tocó como si fuese nuestra primera vez, como si me necesitara para respirar y tengo que admitir que no tenía que disculparse porque ya todo estaba perdonado. Así de fácil lo tiene conmigo. Sentándome en la cama, aun desorientada por la falta de luz en el cuarto, busco mi teléfono y veo la hora. Posiblemente hemos dormido solo dos horas y Maxon ya se ha parado para empezar su día. Me levanto desnuda sin darle importancia a mi desnudes, y camino hasta la cocina donde Maxon está tecleando energéticamente en su computadora solo