CAPITULO 18 Los días pasan y la semana se acaba rápido, conocemos buenos lugares en esa época, Karl se enamoró de casi todo tipo de vinos que le presentó Pietra, incluso se lleva más de cuatro botellas a Miami, si fuera yo, Los vendería todos, realmente no me gusta el vino y ganaría mucho dinero, todas nuestras maletas están empacadas, Pietra y yo hemos llorado tanto que no creo que tengamos más lágrimas. Agarro mis dos maletas y bajo las escaleras lenta y cuidadosamente, justo detrás de Alice y Karl hacen lo mismo. Abrazo a Pietra una vez más convencido de que será fácil subir al coche e irme de aquí. - ¿Cuyas bolsas son éstas? – Pierce se acerca y los señala. - Mi. – Yo solo digo. - ¿Cómo asi? ¡Non capito! – Ábreme los ojos, ¿dónde está ahor