Capitulo 4

1801 Words
CAPITULO 4 Me siento en la silla, he estado mirando el papel que tengo en mis manos durante casi media hora, accedo al traductor de google en mí celular y por un momento lúcido cierro la página, no sé si quiero leer esa carta, suspiro y vuelvo a tomar mi celular, busco de nuevo el traductor de Google y comienzo a escribir letra por letra hasta por fin tener todo el texto traducido en menos de minuto y medio sale la traducción y me congelo. “Hola Rubia, Tengo una propuesta que hacerte, si te interesa, en media hora recibirás una llamada, solo di las palabras si para aceptar y no para rechazar Sé que necesitas mi ayuda, estaré esperando tu respuesta. Bella”.   Pierce Correa. No puedo controlar mi respiración, ¿qué hago ahora? ¿Qué propuesta será esta? ¿Y si es una trampa para matarme o algo de así? Me levanto, voy a la máquina de café, pongo un poco en mi taza y sigo haciendo mil preguntas en mi cabeza, ¿en las que el mayor narcotraficante – de Miami, que ni siquiera está en Miami – podría ayudarme? Pienso en varias cosas, todas sin respuesta. Mi celular en la mesa empieza a sonar, aparto la mirada por un momento, dejo la taza sobre la mesa y lo cojo, número desconocido, solo puede ser él, es un tipo inteligente. Respondo y nadie dice nada, sé que estás esperando mi respuesta. Cierro los ojos. —Si — Digo finalmente y la llamada se corta Pongo mi mano en mi corazón y está acelerado, tomo un respiro para calmarme, alguien toca la puerta y salto … Oculto la nota en mi uniforme, aprieto mi cola de caballo de nuevo Abro la puerta y Alice me mira fijamente. —¿Por qué estaba cerrado con llave? Han estado diciendo en los pasillos que recibiste una caja, ¿qué era? —entra y mira la caja sobre la mesa y se acerca. —No quería que nadie me interrumpiera mientras lo abría, no era nada, ¿puedes creerlo? ¿Puede considerarse una amenaza? — Digo tratando de sonar lo más calmada posible Veo en sus ojos que no me cree nada de lo que estoy diciendo, soy una mentirosa terrible. Alice toma la caja de madera y la analiza. —¡Por supuesto que puedes considerarlo como amenaza, llevaré esto a la sala de investigación! Te ves rara, ¿está todo bien? – mete la caja dentro de la otra que rompí con una navaja y me mira. —Estoy bien, ¡solo un poco asustada! – ella me pone la mano en el brazo para tranquilizarme —¡No te pasará nada, mantén la calma! Sabías que esta profesión es arriesgada y sé que puedes manejarlo todo. —¡Gracias! – Le sonrío cuando sale de la habitación, sé que no encontrará nada, Solo mis huellas dactilares. Al final del turno me voy a casa en silencio, llegamos a casa y Cuando subo a mi habitación, Alice me llama. —Andrea, ¿qué está pasando? ¿Pasó algo de lo que no quieres contarme? – Suspiro profundamente. —No ha pasado nada, estoy bien, sabes, creo que es hora de que te compres tu propio coche – Me mira con el ceño fruncido y se echa a reír. —¿Qué? ¿Estas loca? — Me encojo de hombros y subo al dormitorio. Me siento en el escritorio que hay en mi habitación y me quito el uniforme, comienzo a anotar algunas observaciones en un cuaderno, después de una hora de intentar conectar los puntos. Recibo mensajes de un número internacional en una aplicación de mensajería. Es un mensaje diciendo que debo ir al lugar que indican a las 23:00 de la noche, les escribo que esta bien y tiro mi celular en la cama Alice llama a la puerta del dormitorio y me asusto. —¡La cena está lista, ven a comer! — Me avisa desde el otro lado de la puerta —No tengo hambre, comeré más tarde — Le digo —¿No tienes hambre? ¿Qué es esta mentira ahora? — Ella solo suelta una risa —Deja de reírte Alice, no estoy de humor —¡Bien, entonces baja a comer cuando quieras! Señora “¡No estoy de humor!” – Escucho su ruido bajando las escaleras. Estoy muy nerviosa, busco el código de área para el número internacional y una vez más admiro su inteligencia, debe tener algún hacker realmente genial trabajando para él, al principio pensé que el número sería de Italia, pero no, es de Estados Unidos y creo que cada vez que se comunique conmigo a través de mensajes, será a través de un número diferente y de otros países. Si busca profundamente, es fácil encontrar que hay una persona en los Estados Unidos que usa este número, un ciudadano común, clonó el número y es casi imposible averiguar su verdadera ubicación, más aún si usa un número diferente cada vez. solo un hacker puede hacerlo. Escribo todo en el cuaderno, estoy tan concentrada que ni siquiera parpadeo Me pongo a reír, sé por qué nunca lo atraparon, ¿cómo arrestar a alguien que trabaja con inteligencia? La policía es impulsiva, quiere actuar, pero no quiere pensar, podría dejarlo ir al FBI o la Interpol. Pero no, yo voy a atrapar a este tipo. Miro mi celular y son las 10:20 pm, me doy una ducha, me dejo el pelo suelto, me pongo un vestidito de tubo rojo con escote medio en los senos, me pongo la pistolera y la glock en el muslo y me vuelvo hacia la parte interna del muslo, nunca estaría desarmada, me hago un simple maquillaje llamando la atención al labial rojo, me pongo un tacón n***o, saco un pequeño bolso y me pongo mi celular, aerosol de pimienta, llaves y listo. Bajo las escaleras y Alice cuando me ve comienza a toser, atragantándose con su jugo. —Dios mío, ¿a quién vas a matar hoy? Llevas el pelo suelto, es el fin del mundo, ¿a dónde vas? – Todavía toso un poco, y tengo muchas ganas de matar a alguien hoy, Pierce. —Solo voy al mercado — Ella abre los ojos. —¿Vas al mercado así? ¿Quién va al mercado así? —Yo voy así, ten cuidado y cierra todo – Me dirijo a la puerta. —Tú eres la que debe tener cuidado, ¿no dirás a dónde vas? – me acompaña a la puerta. —Está bien… — Dije rendida — voy a una cita, ¡conocí a un chico! – Miento y ella se echa a reír. —¿Y dónde lo conociste? Desde que llegamos no has salido ni una vez, solo para trabajar — dice mirándome con desconfianza — En una aplicación de citas, ¿satisfecha? – Se ríe a carcajadas, lo creyó, al fin, soy mejor mintiendo de lo que pensaba. —¡Quién lo diría, ten cuidado y ten una buena cita! – Me abraza y cierra la puerta. Me paso la mano por el cabello, estoy nerviosa, subo al auto y sigo las coordenadas, la ubicación está frente a una tienda de vinos italianos en un barrio de lujo, mira que irónico. Apago el coche y espero, sigo balanceando los pies por el nerviosismo. Un auto de lujo se acerca, se detiene y apaga los faros, mis ojos están alerta, unos cinco minutos después dos hombres encapuchados salen del auto y se acercan al mío y siento que mi corazón quiere salir de mi cuerpo. Dios mío, ¿¡en qué carajo me estoy metiendo¡? Uno de ellos mira hacia mi auto y el otro viene al costado del Conductor y golpea el cristal. Aunque tengo miedo de bajar la ventanilla, él no se inclina para hablarme. —Cierre su auto y salga. — Me ordena Agarro mi bolso, cierro el auto con llave y salgo, con cuidado de no mostrar la pistola atada a mi muslo. Ellos son altos y fuertes, noto las pistolas enfundadas en sus pantalones y me estremezco. Uno de ellos sostiene mi brazo, no con fuerza, solo para guiarme hacia el otro auto. Me siento en el asiento trasero y en silencio, comienzan a conducir por las calles menos transitadas, no todos los días se ven hombres encapuchados con una mujer en el asiento trasero, aunque la ventanilla del automóvil esté oscura. Durante todo el viaje no dicen una sola palabra, pero veo que miran todo el tiempo en el espejo retrovisor. Después de quince minutos paran el coche en un edificio que no es muy agradable a la vista.   Me guían por unas escaleras largas y me sorprende, es todo nuevo y hermoso, muy actualizado, realmente no deberíamos juzgar el libro por su portada. Estoy tensa, estoy en medio de ellos y el chico de atrás si baja demasiado la mirada terminará viendo el arma. En el cuarto piso, entramos en un ascensor y suspiro aliviado, estaba a punto de pedir que me llevaran cargada, Presiona el botón del último piso y seguimos en silencio, no me atrevo a mirarlos. Bajamos del ascensor y en la puerta del sexto piso se detienen y me abren Entro y siento mi cuerpo temblar, a través de una mesa larga en toda la cabecera se encuentra Pierce, quien me está sonriendo. Entramos y luego cierran la puerta, es una especie de espacio para juegos, hay varios estantes de bebidas caras, vinos, mesa de billar, juegos de casino, la belleza del lugar es emocionante y la luz es tenue, cómoda a los ojos. Los dos hombres encapuchados van detrás de donde está sentado Pierce y me siento lo más lejos posible de ellos. —Está armada. — Dice uno de ellos, hijos de puta. Pierce me sonríe, me quito la pistolera del muslo y la pongo sobre la mesa, su sonrisa se ensancha. —Pueden dejarnos solos — los dos hombres obedecen y regresan por dónde venimos. Acércate bella. Se levanta de su silla, abre los brazos, alcanzo la pistola y finjo que su belleza surrealista no me afecta. —No te haré daño, estoy desarmado, si quieres registrarme, puedes hacerlo, Mi intención no es hacerte daño — dice lentamente para que lo entienda Me levanto, tomo la pistola, me mira y pasa el pulgar y el índice entre sus labios, qué sexy, su cabello cae sobre su hermoso rostro, sonríe de lado, Se pasa una mano por el cabello poniéndolo hacia atrás, me siento en su silla, Pongo el arma delante de mí, no me fío. Él sonríe. —Rubia, estoy emocionado, Siento que aceptarás mi propuesta. Sonríe una vez más y me estremezco.  
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