Tania La noche anterior y el día siguiente fueron únicos, los sentí hasta especiales, pero resulta que después caí en cuenta de todo lo que habíamos hecho y el miedo volvió a mí, no sabía que pasaría después, pues, aunque hablamos cosas referentes al embarazo, no estaba todo claro aún. Estaba tomando una ducha para poder salir del hotel, a caminar y poder pensar como haría para poder irme del lugar sin que Raúl me buscara, no se porque me vino esa pequeña idea a la cabeza. De repente, escuché un ruido fuera de la habitación, cuando salí, me di cuenta que era el carrito de la comida que él había pedido que nos llevaran a la habitación. -Tania, pedí servicio al cuarto, algunas cosas que podemos comer, y si te parece luego de eso conversamos, pues hemos hecho muchas cosas, pero no hemos