Tania Volver a probar su elixir es lo más delicioso que ha podido suceder, pues volver a probar con mis labios su m*****o es algo que siempre me ha gustado, ver su rostro cuando está teniendo un orgasmo es un hermoso paisaje, además de que emite unos gemidos que me impulsan a decirle que sea muy rudo conmigo, pero como tenemos mucho tiempo que no estamos juntos, temo que eso me llegue a causar molestias, así que mejor lo deje que continué con lo que está por hacer. Toma mis piernas y las abre un poco más y se posesionó encima de mí sin aplastarme, coloco su m*****o en mi entrada, que está muy bien lubricada, no puedo dejar de emitir gemidos por todo lo que me hace sentir, y según él le encantan porque son como música para sus oídos, poco a poco va empujando hacia mi entrada, para