-Supiste que me habló? Le dije que no tengo interés en ti. Lo cual es cierto, de modo que espero no vuelva a molestarme. -Por qué le dijiste eso? Si puedo ver qué estás realmente enamorada de mi -Le dije con una sonrisa pícara. -No estoy enamorada de ti, ¿En verdad piensas eso? Supongo que tu ego es más grande que tu cerebro. -No lo pienso, solo bromeaba. El silencio hizo eco en el carro de vuelta a la oficina. Una vez detenido el carro, decidí hacer una jugada, quería saber cómo reaccionaría él. Tomé todo el valor que me faltaba y le dije -Señor, ahora que tengo su atención creo que debo decirle algo muy importante. -Te escucho, estamos en confianza. -Sé que comenzamos muy mal cada vez que nos vemos, pero creo que eres un jefe extraordinario y estoy contenta de trabajar contigo, he