El mundo se derrumbaba para la familia Orleans, pero en el palacio del duque, estaban todos ajenos a las últimas noticias. La familia se había centrado en pasar el tiempo juntos, para no tener que leer lo que la prensa rosa había escrito sobre el cumpleaños de Julia. Aunque para el duque no todo eran risas y felicidades, también eran reproches, maldiciones y un gancho de derecha que casi le descolocó la mandíbula. -¡Auuuuch! -jadeó el duque llevándose la mano a la mejilla, donde justo le había golpeado el puño de Zoe. -¡Definitivamente todos los puñetazos que te metió mi hermano son pocos comparados con lo que te mereces! -bramó Zoe indignada después de que Iker le confesara como fue la recepción de Gabrielle el día que llegó a aquel palacio, y otros eventos más como la boda de Irina y