Iker se apartó de Gabrielle llevándose las manos a la cabeza, buscando calmar sus emociones y al mismo tiempo despertando tantas otras. -¡No soy mi hermana para utilizar sus artimañas! -gritó Gabrielle llorando mientras intentaba tapar su cuerpo con el camisón. Iker la miró furioso después de escuchar como intentaba echar veneno contra Irina. -¡La única que se ha dispuesto de artimañas para terminar en mi cama eres tú, no sabes cuánto me arrepiento de no haberte dejado en el maldito establo y así librarme tu repugnante presencia! -escupió Iker antes de tomarla del brazo para sacarla de su cama con una violencia que dejó a Gabrielle más asustada de lo que estaba. -¡Eres una cualquiera, porque solo una mujer sin escrúpulos se mete en la cama de un hombre que no la desea para intentar enred