-Me puedes explicar Ricardo Cepeda ¿como es eso de que te vas a casar con la insignificante de Ana Cisneros y no contento con eso la tienes embarazada? -grita Isabella y él ríe sin ganas, aleja el teléfono de su oído y sisea como solo él sabe hacerlo tras escuchar sus reproches. -No hablo de mi vida privada con mis concubinas, confórmate con saber que necesito finiquitar el negocio de Buenaventura. Quiero esos contratos para ya - resopla mientras ella gimotea del otro lado de la línea. Le cuelga e Isabella refunfuña ante lo que le dijo o más bien lo que no le dijo, no puede creer que una mujer tan insignificante pudiera lograr ser la dueña de un hombre como Ricardo, pero sabe que según ella es cuestión de tiempo para que la deje y vuelva a su lado. Volviendo a la casa de la morena, Ana