Ana llega al rancho, tiene una sonrisa de oreja a oreja, se encuentra con Camila ambas se sonríen y abrazan, se van a las oficinas qué hay en el rancho allí Camila se deshaga del infierno de matrimonio que está viviendo, la morena le recomienda anular el matrimonio total no se ha consumado y sería un tramite simple, Camila se queda pensándolo.
-¿Y tú porque tienes esa sonrisa?, me espanta sabes -se ríen.
-Anoche me dio una crisis de las que sabemos pero un ángel me ayudó se comportó a la altura.
-¿Está guapo el ángel?.
-Muy guapo, pero quedamos en que somos amigos mejor -recibe un mensaje y sonríe cuando ve quien lo envió.
-Ana llamando a tierra - chasquea los dedos de manera juguetona - tierra llamando a Ana.
-Perdón me distraje -se muerde el labio.
-¿Con el ángel guapo?. Te trae mal amiga.
-Ya te dije somos amigos.
-Ay si tú - se ríe. - Date una oportunidad Ani uno nunca sabe, qué tal funcione y se enamoren. -La mira seria - no me mires así, te dejo contéstale a tu amor - sale corriendo.
Mientras en las empresas Ferrer.
-¿Hijo estás bien?.
-Si ¿Por qué? -sonríe ampliamente.
-Es la primera vez en años que sonríes sin razón aparente, ¿Cómo se llama?.
-¿Como se llama quien? ¿De qué hablas?.
-Ricardo te conozco, si no me quieres contar lo comprendo pero sea quien sea bendigo esa chica, no todas son como Débora; hay mujeres que valen la pena.
-Yo se, pero no puedo olvidar que ella jugó conmigo solo porque quería tu dinero pues yo no trabajaba en esa época. - Resopla.
-Date la oportunidad hijo.
-Ella me quiere solo como amigo y nada más.
-Vale, pues por algo se empieza aprovecha ya quiero ver un nieto corriendo por ahí -se ríen.
En el rancho Ana no para de pensar en Ricardo, cuando lo hace niega mentalmente no se puede enamorar de un Casanova, no está bien, se queda para verse con él en la tarde, él dijo que la recogería pero ella prefirió llegar al sitio, se extraña él no llega a la cita y ella se siente decepcionada pues se había arreglado especialmente para su salida, le llama y no le contesta. Mientras Ricardo está en su casa no ha podido salir pues su madre se lo impide le dijo que estando enferme no es lo ideal, su celular está sin batería.
Al llegar a su casa Ana se quita su bonita ropa y pone una sudadera vieja, se recoge el cabello en un moño, coge uno de los álbumes que tiene de su marido y mientras toma una copa de vino, prende su chimenea y quema lo qué hay de él sus fotos su ropa todo, no deja nada de él, al encontrar las fotos y algunos cuadernos de sus hijos llora, su contestadora hace rato pita, se decide a ignorarlo, se pone su iPod y canta como loca mientras cocina algo sencillo para ella, mientras come vuelve a pitar su contestadora y revisa sin ganas.
"Hola Ana soy Ricardo te llame a tu celular y al rancho pero no me dieron razón de ti, perdóname no ir a nuestra cita pero estoy algo enfermo - Estas muy enfermo dile a tu novia que después la vez -perdona es mi madre, dejemos nuestra salida para otro día".
Al escuchar él mensaje una lágrima sale de sí, cómo está sale coge solo un abrigo y las cartera con sus cosas, toma un taxi y se va a buscarlo sin saber el motivo pues siente la necesidad de hacerlo.
-Hola, soy Ana ¿está Ricardo? - la mujer la mira detalladamente y luego le sonríe.
-Pasa él te necesita ha estado delirando por la fiebre. -le sonríe amablemente y le indica el lugar.
Ana siente su corazón estrujado al verlo en la cama tan indefenso y con la fiebre por las nubes, delira la llama y ella le acaricia una mejilla, se ofrece a seguir poniéndole las compresas para bajarle la fiebre, la mujer mira la escena atentamente y sale un momento.
-Ricardo perdóname soy una idiota creí que estabas con Isabella o Agustina y por eso no llegaste...- le da un beso en la mejilla.
-Me debo ir, Manuel y yo tenemos unas cosas que hacer pero veo que mi hijo queda en buenas manos.
-Usted es...
-Liliana de Cepeda la mamá de Ricardo y esposa de Manuel, me alegra conocer a la causante del cambio en mi hijo.
-Perdón yo no sabia.
-No te preocupes me alegra ver que ustedes se aman y se cuidan, él estaba desesperado por no llegar a su cita, el doctor tuvo que venir a inyectarle porque estaba muy terco -explica la rubia - Ana gracias por cuidar de mi hijo y amarlo como lo haces - mira su ropa.
-Estaba desesperada y fue lo primero que encontré, yo también lo quiero y mucho.
-Bueno me retiro, aquí -le entrega una libreta -están mis datos y los del médico si necesitas algo.
Se retira, Ana suspira y lo ve descansar decide dar una vuelta por la casa y observar qué hay, es una casa muy masculina tiene una cava de vinos sensacional, un equipo de música maravilloso y demás espacios en tonos oscuros, se sorprende al llegar al patio de ropas y ver el desastre qué hay, se quita el abrigo y se pone a lavar su ropa, se le pasa el tiempo y mira la hora, hace la comida para llevarle a Ricardo, se pone de nuevo su iPod y cocina concentrada mientras canta y se mueve al ritmo de Fonseca uno de sus artistas favoritos.
Le encanta la letra de la canción y suspira pensando en Ricardo.
Ricardo está acostado y se despierta, al abrir sus ojos lo primero que ve es a Ana con una bandeja llena de comida y medicamentos, le sonríe a la morena y se ríe al ver su ropa y peinado.
-Hola - le sonríe - ¿Cómo te sientes?.
-Ahora que te veo mucho mejor, gracias por estar aquí conmigo.
-No agradezcas, come todo tienes que recuperarte con la fiebre que tuviste nos asustaste -se sienta a su lado y pone su cabeza en el hombro de Dionisio.
-Ya estoy bien, ¿Cómo entraste? - va comiendo.
-Tú madre es encantadora -entrelaza su mano a la de él - ella me abrió y me dejó entrar.
-¿Donde está? - besa su mano.
-Con tu papá dijo que tenían algo por hacer.
-¿Y tú anillo? -viendo su mano.
-Decidí que lo mejor es dejar ir su recuerdo y no amargarme más, quiero vivir. Termina la cena y descansa otro rato; préstame tu laptop para adelantar unas cosas de mi mail.
Continuará...