Luciana se encontraba bailando con Santiago, y a ninguno se le podía quitar la sonrisa en sus rostros y la felicidad que reflejaban sus ojos, era como sí definitivamente ambos hubieran nacido para estar juntos. Luciana cuando supo que Camille era prima de Santiago su manera de mirarla cambió, en especial al ver lo simpática y amable que era, aún no podía creer lo que su padre le había hecho, pero aunque en su momento se había enojado, pero luego se dio cuenta que si su padre no hubiera hecho las cosas en así, ella no estaría en ese momento tan feliz bailando con el amor de su vida, celebrando un mes de novios, y la verdad no lo cambiaría por nada. Hacían el amor muy seguido, por no decir que todos los días y cada que no estaban con Emily, esa niña que estaba más que feliz de que fuera