El mismo día
Londres
Emma
Me levante temprano para poder despedir a Dylan y a mi madre que viajaron a Barcelona, con la promesa que en la noche cenaríamos todos en familia, mientras yo quede con mi padre en vernos en el club ecuestre para ir almorzar juntos.
Hoy he realizado varias rutinas, queriendo alcanzar el tiempo optimo, avanzo en mi caballo tirando las riendas con suavidad coordinando mis movimientos con el animal, ejecuto mi demostración del salto y escucho aplausos desde los palcos, levanto mi mirada para ver de quien se trata y es mi padre alentándome como cuando era una niña.
–vamos Emma, tú puedes– me grita mientras sonrío avergonzada.
Luego de un rato me dirijo a los vestuarios para ducharme y cambiarme, casi estoy lista terminando vestirme cuando sale el imbécil de Samu
