Hasta pronto

1038 Words
Días después Días después Londres Emma Los días que pase con Dylan se han ido tan rápido, aunque quisiera que se quede no puede, debe volver a New York al trabajo, en este instante lo ayudo con su equipaje mientras lo miro melancólica. –Emma corazón no estés triste, nos veremos pronto, ya lo verás– –amor sabes que no es así, tengo que aceptar que no te veré en un tiempo, ahora solo tendré el consuelo de escucharte, no sé cómo hare para estar sin ti– le digo con un nudo en la garganta. –Emma voy a regresar, quita esa mirada de tristeza, para mí tampoco es fácil– –Dylan tú eres mi alegría, ahora solo tendré noches amargas sin ti– le digo triste. –Emma estarás siempre contigo, tengo grabada tu piel en mí cuerpo, no hay otra mujer para mi amor, solo tú– me dice acariciando mi rostro con una de sus manos. –Dylan prométeme que nada, ni nadie nos separara– le digo frustrada. –Emma te lo prometo……ahora solo concéntrate en los entrenamientos– me dice mientras me abraza con todas sus fuerzas. –amor no sé cómo hare para vivir sin ti– –Emma tú siempre estás aquí y aquí, recuérdalo, te amo– me dice señalando su corazón y su cabeza. Minutos después Esta vez me toco a mi separarme de Dylan, verlo partir con su equipaje mientras ahora él era el que se alejaba de mí, fue más difícil que la primera vez, ahora solo tengo una mirada triste, él se llevó toda la felicidad que trajo con su visita, en fin, tengo recuerdos de estos días maravillosos que viví con el hombre que amo, pero debo de aceptar que se ha ido y continuar con mis entrenamientos, solo espero pronto volver a estar juntos, solo me queda conformarme. Unos días más New York Dylan Estos días que estuve con Emma en Londres, solo confirme una vez más que quiero compartir una vida con ella, no me queda la más mínima duda, pero tengo miedo de perderla por la distancia que nos separa, al parecer mi novia tiene algunos admiradores entre ellos un jeque, quien podría culparlos ella es una belleza andante, con ese cabello rubio, la piel tan blanca, esos ojos marrones vivaces que son mi vida, esa sonrisa coqueta que ilumina su rostro, con una 1,70 cm. de altura y esos labios rojo coral que me muero por besarlos, unas curvas que me enloquecen y además muy inteligente, en fin, ahora solo debo confiar que lo que siente por mi sea más fuerte que cualquier otra cosa. Luego de haber hablado por el celular estoy aquí solo en mi departamento, viendo las fotos de los días que estuve con la mujer que amo, preguntándome ¿porque deben ser así las cosas? debo buscarla la forma de estar con Emma, no podemos seguir separados por la distancia, tendré que buscar un nuevo trabajo allá o vivir de mis ahorros, pero debo mudarme cuanto antes, en fin, solo pienso lo que haré hasta que escucho el sonido del timbre, enseguida camino hasta la puerta y la abro. –¿Qué haces aquí Ginger?  mejor regrésate por donde viniste– –Dylan no seas tan descortés ¿por qué no me dejas pasar? – –Ginger no tienes nada que buscar aquí, lárgate– le digo con la puerta entreabierta. –hazte a un lado Dylan, tráeme una copa de vino– me dice Ginger entrando para luego sentarse en uno de los sillones. –¿Qué quieres Ginger? ¿a qué has venido? – le digo molesto –te extraño Dylan, me equivoque contigo, no puedo olvidarte– me dice intentando abrazarme. –ese es tu problema, levántate toma tu bolso y vete– le digo sujetándola del brazo para que se marche de mi departamento. –Dylan eres un imbécil, me las pagaras– me dice Ginger llena de rabia. –no te debo nada Ginger, no me busques más– le digo furioso. Londres Emma Llego el fin de semana tengo que acompañar a mis tíos a la mansión del Jeque Mustafá Zayed en Brighton aun no entiendo que quiere este hombre, solo espero que no tenga que ver con su hijo Zhamir. Luego de un largo trayecto en el auto de mis tíos hemos llegado al portón principal de la mansión, inmediatamente nos hacen pasar mientras mi tío conduce unos pocos metros estacionando el auto en la entrada, pero observo que nos espera nuestro anfitrión con su hijo. –Bienvenidos señores, es un placer tenerlos en mi humilde morada– nos dice el jeque con una gran sonrisa. –le agradezco la invitación jeque– le digo siendo amable. –al contrario, Emma te agradecemos que hayas venido, así podré disfrutar de tu compañía– me dice Zhamir sonriéndome. –a nosotros también nos complace estar aquí señores, pero ¿por qué no aprovechamos el día? – le dice mi tío Michael al jeque. –Michael tienes razón, aprovechemos este día soleado– dice el jeque. De inmediato recorremos la propiedad mientras los empleados llevan las valijas hasta las habitaciones, camino en compañía de Zhamir que me habla de sus hobbies y me pregunta por los míos, en tanto mis tíos andan unos pasos delante nuestro hablando con su padre seguramente de negocios, así transcurren las horas hasta que mi acompañante me dice. –Emma puedo preguntarte algo personal, sin querer parecer que estoy siendo irrespetuoso– –pregunta Zhamir y yo veré si puedo contestarte– –Emma ¿tienes novio? ¿sales con alguien? no creo que no tengas con lo hermosa que eres– me dice con curiosidad. –Zhamir tengo novio y estoy enamoradísima de él– – ¡qué lástima! ¿entonces no tengo oportunidad contigo? –me dice tomándose la libertad de sujetarme la mano. –Zhamir me halagas, pero ………. –solo dame una oportunidad Emma– me dice mientras besa el dorso de mi mano viéndome a los ojos. –Emma, Zhamir nos acompañan a almorzar– nos dice mi tía Amanda a lo lejos.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD