El plan era dejar Nagoya en el vuelo de las 10 pm, sin embargo, perdieron la oportunidad de hacerlo al quedarse dormida Yuriko tras agotarse por sufrir el desengaño que le estalló en la cara al darse cuenta que la relación con Kenji era un imposible, no porque su familia rechazara su relación, sino porque él estaba enamorado de su joven esposa. Bastian llamó a la agencia de viajes y pidió cambiar el itinerario por alguno que saliera en la tarde del domingo. Se comunicó con el restaurante del hotel y pidió que prepararan un pequeño pastel de vainilla y fresas, con mucha crema chantillí, el favorito de su colega, ya que, si no despertaba antes de que fueran las doce y su cumpleaños terminara, él la despertaría para cantarle el cumpleaños feliz y que pida un deseo al soplar la vela. Tenía cla
