Manuel esperaba a Yuriko con un cartel en mano con su nombre que hizo con una hoja de papel bond y un lapicero. Aunque él la recordaba muy bien, pensó que quizás ella no lo hiciera con él, así que se aseguró de llamar su atención. Al salir de la zona de desembarque internacional a Yuriko le dio mucha curiosidad ver al amigo que Kenji hizo en su tiempo en Stanford esperándola.
-Hola, Manuel –saludó Yuriko a la vez que le sonreía a un sonrojado Manuel por sentirse un poco estúpido por portar un cartel cuando había sido fácilmente reconocido.
-¡Hola, Yuriko! –respondió Manuel frotando su cabeza, lo que hacía que su pulcro peinado desapareciera. A Yuriko le hacía gracia verlo nervioso, ya que le parecía que el joven Tuesta era tan frío como Kenji, lo que verlo sobrepasado por sus emociones
