-¿Realmente piensas que esto es necesario?- resoplé luego de que mi padre asintiera. Íbamos en camino a vernos con el detective. Florencia era una ciudad realmente no tan grande por lo que nos citamos en un apartado, un club nocturno de escritores y poetas, de esos donde hay noches libres para tomar el micrófono e improvisar un poco. Eran las 10 menos cuarto y el ambiente era muy fresco, agradecí por haber recordado usar suéter. -Buenas noches, detective Esposito. -Buenas noches para ambos- dijo con educación, papá le hizo un gesto invitándolo a sentarse en la silla vacía frente a él y al lado de mi- Puedo decir que me agrada mucho verlos dado el hecho de que en verdad son buenas personas- dijo acomodándose en la silla mientras un mesonero se acercaba- 3 birre per favore, signore- dijo