La ley de la mafia

Hola hermosas, este es mi nuevo proyecto desde el primero de Noviembre, es mi primera novela de Mafias unida con romance. Espero que les guste y también quisiera disfrutar de su apoyo. Recuerden darle al corazón para agregar a su biblioteca. Prologo . Narra Erick Muerte Llevo aquí un par de horas esperando que se aparezca el idiota de Enzo, me llamo para informarme que me entregaría al puto que estuvo engañándome con las drogas, pensó que me vería la cara de imbécil, pero no. Le haré saber quien es el que manda, haré que ese pendejo se trague sus palabras, porque por mas que quiera excusarse, no doy segundas oportunidades, haré que se trague mis balas. —Kavoshki, llama a ese pendejo a ver dinde esta, ya llevo mucho esperando y sabes cuanto detesto hacerlo, tengo cosas que hacer— le indico a uno de los que considero mi mano derecha, es difícil que alguno se gane mi confianza, pero este ruso imbécil lo hizo muy rápido desde que llego al país, lo conocí por uno de mis socios, desde allí no se ha ido de mi lado ha arriesgado su vida muchas veces, y como estuvo en el ejercito de su pais, es bueno con las armas. —Jefe, llegara en unos minutos— me responde con algo que no quería escuchar —¿ese infeliz como que también quiere que lo haga saborear mis balas?, sabe la ira que me da esperar por alguien, la paciencia no es algo que tenga— me quedo parado mirando a todos lados, esta bodega no es tan conocida por mi, no debo bajar la guardia. Pasan los minutos y veo a lo lejos que viene una explorer negra con vidrios oscuros, —Atentos— les ordeno a los hombres de confianza que están cuidando mi espalda. El auto se estaciona y bajan a alguien a la fuerza con las manos atadas en su espalda y una capucha negra que no lo dejara ver. —por favor dejenme ir, les juro que no hice nada— grita desesperado, y es lo que me gusta oír, que rueguen por su vida, porque soy su puto dios, aunque no les doy la oportunidad de vivir de nuevo, solo los mando al otro lado. —quitenle la capucha— le indico al encargado de traerlo. El obedece y le deja el rostro al descubierto, cuando me mira sus ojos se abren muy grandes, —¿Erick?— menciona mi nombre sorprendido. —¿te impacto verme?— me río en su rostro —¿creiste que me verias la cara de pendejo? Conmigo no se juega, ¿dime a quien le vendiste la Droga?— le pregunto con mi arma en su boca para saber antes de bolarle la cabeza —te juro que vino un tipo apuntándome con un arma y me quito todo— vuelve con lo mismo, y con no me gustan las mentiras le doy un disparo que lo deja en el suelo —¿alguien mas que me quiera ver la cara de imbécil?— nadie me responde porque saben que conmigo no se meten. Al darme la vuelta, escucho un disparo y siento un dolor muy fuerte en el pecho, Andrei al verme en el suelo, saca su arma y comienza a disparar, corriendo tras de ellos. Siento que y ano puedo mas… Capitulo 1 Narra Kai Hoy comienzo en mi primer día como m*****o de la DEA, es un sueño que nunca pensé que pudiera cumplir, y no porque no pudiera, sino porque mi padre siempre me decía que no siguiera sus pasos, porque en este camino, me conseguiré con muchas cosas, parece mentira que ya han pasado cuatro años desde que recibi la noticia, y no de la forma mas apropiada. Flaskback Llegaron unos hombres armados, con unas iniciales tatuadas en su cuerpo, yo salí a recibirlos —Buenas, ¿que. Necesitan?— pregunto desconcertada al verlos allí, además que nunca los había visto —Hola linda, ¿tu nombre es Kai, cierto?— me saluda uno con cara repugnante, era el único, el resto parecían ser muy serios. —¿en que puedo ayudarlos?— lo miro no expresión de molestia —¿Eres o no Kai?— insiste en preguntar, pero llega en ese momento la policía y ellos comienzan a correr y disparar, recuerdo que ese día cerré la puerta y me lance al suelo con mis manos en la cabeza. Luego de que se calma todo, y de que no suena ningún disparo, se escucha la puerta sonar, pero mi corazón late muy rápido del susto —es la policía, ya estas segura, abre— escucho detrás de ella, pero mi cuerpo tiembla y no puedo mover las piernas, —Abra la puerta— repiten, me levanto y me lleno de valor, porque no se si confiar o no. Abro y en efectivo son oficiales, pero no solo eran ellos, sino que también habían agentes de la DEA y del FBI no podía entender que sucedía, me siento nerviosa hasta ver a uno de los mejores amigos de mi padre. Allí no lo pienso mas, corro hasta sus brazos. —Hola linda Kai— me saluda Apoyándome de su pecho, el siempre ha sido como otro padre para mi, me vio crecer y estuvo en cada cumpleaños —¿que sucede Milo?— le pregunto preocupada —lamento darte esta noticia cielo, pero a tu padre lo maratón— al escuchar esas palabras, sentí que mis oídos se ensordecieron desde allí y no podía escuchar nada más, sentí un fuerte dolor en el pecho hasta desmayarme. Al abrir mis ojos me encuentro en el hospital, veo su cara y es inevitable que comience a llorar como una niña chiquita que han desamparado y que no tiene a nadie ahora, mi madre murió cuando era una bebe, mi padre siempre estuvo conmigo y ahora ya no esta, pero necesito expmicaciones. —dije, ¿que paso Milo? El salio de casa muy temprano a trabajar— le pregunto con mi voz temblorosa y con el dolor en el pecho aun —no sabemos aun, parece que unos mafiosos se lo llevaron y le dispararon en una bodega, o al menos es lo que dicen los testigos, pero no se nada mas mi niña— me explica algo que no tiene sentido para mi, porque el hacia un par de horas me habían llamado —¿quienes eran esos hombres que llegaron a casa? Nunca los había visto— lo miro esperando respuesta —son quienes lo mataron, venían por ti mi niña. Ya no puedes regresar ahí— me responde de forma muy sincera, pero no se a donde ir, es lo único que me queda. Mi padre no dejaba que trabajara porque tenia que estudiar primero, desde que termine la preparatoria, me dijo que tenia que estudiar una carrera de contaduría, porque así lo ayudaría con las cuentas cuando en algún momento fuéramos ricos. —necesito ver el cuerpo Milo, quiero llorar a mi padre— lo miro un poco triste a el también —lo siento nena, no tenemos permitido aun, los oficiales recibieron amenazas, que si velabamos el cuerpo, mandarían a poner una bomba, no podremos verlo— quedo sorprendida por todo esto, no se que fue lo que paso, pero juro vengarme, silenciosamente, juro que los haré pagar a cada uno. Fin del flashback