CAPÍTULO 4

557 Words
PV MAX Me dirijo hacia la escala un poco más temprano que de costumbre porque me siento muy cansado, cuando de pronto Arturo toca la bocina y pega un frenazo, ¡por Dios!, ¿quién es tan irresponsable como para tirarse a la calle sin fijarse?  Salgo del coche dando un portazo para ver quien es el imprudente y me encuentro con los ojos azules que últimamente me roba el sueño y mi enojo se va en dos momentos. —Eliana por Dios, ¿estás bien? —Yo... yo, lo siento —dice echándose a llorar, yo me acerco y la abrazo, la pego a mi pecho, protegiéndola y por un momento me llega su aroma y huele tan bien. —¿Qué pasa Eli? ¿Por qué lloras así? ¿Por qué andas tan distraída? casi te atropellan —Max, yo debería irme a casa, no me siento bien.  —Claro, yo te llevo.  —No, gracias, traje mi auto. —Eliana en el estado en que estas no puedes conducir, si quieres le digo a Arturo que lo recoja y que lo lleve a tu casa mientras yo te llevo en mi auto —Está bien Max. —Arturo, puedes recoger el auto de Eliana y llevarlo a su casa.  —Claro señor Greco. —¿Dónde se encuentra tu auto Eliana? —Está en el parqueo de aquí cerca, es un Bugatti Chiron blanco. Sonreí al escucharla decir eso. —¿Enserio? — pregunté con una sonrisa.  –Sí, ¿por qué? — me pregunta curiosa. —Es que yo también tengo uno igual solo que n***o y es mi favorito. —Por lo que veo tenemos los mismos gustos – dice con una sonrisa en su rostro, ¡por fin! —Arturo toma, aquí están las llaves del auto de Eli llévalo a su casa y ahí te espero. —Como usted diga señor Greco. —¿Nos vamos Eliana? — le pregunto ya que veo que no se mueve. —Si claro — me dice con un tono de voz algo apagado. Cuando vamos de camino a su casa, no puedo quedarme callado por lo que decido hablar y preguntarle qué le pasó. —¿Qué te pasa Eli porque estas así? y no me digas que nada porque no te creo y aunque no me lo creas me preocupo por ti.  Eliana me mira extrañada, pero decide hablar. —Yo… este, Max la verdad discutí con Oliver pero no quiero hablar de eso. —Está bien respeto tu decisión, pero te digo solo una cosa, un hombre que no te valore, te haga llorar y no te dedique tiempo no vale la pena, tú mereces muchísimas cosas, mereces a alguien que te ame con locura, te cuide, te consienta y quiera darte lo mejor. —Gracias Max por tus palabras, me hacen sentir mejor — me dice cuando llegamos a su casa. Se despide de mí pero en lugar de darme la mano, me da un beso en la mejilla y siento algo en el estómago. Veo por el retrovisor que Arturo está detrás de nosotros. —Bueno Eli que tengas una linda tarde y cuídate por favor. —Gracias Max — me da otro beso, sale y se va,  yo me quedo embobado viendo cómo entra a su casa.
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