Al día siguiente Eijun se despertó desde temprano de humor de perros, estaba realmente molesto. Nadie atrevía a acercarse a él incluso Kazu sabía que debía de mantenerse alejado del menor si no quería acabar muerto. Eijun estaba más que molesto estaba encabronado.
Kazu estaba seguro de que él no había sido el causante de es humor, sabía cuando el menor se enojaba con él y esta vez no había hecho nada.
Los hermanos del chico no sabían porque estaba tan molesto pero como Kazu eran lo suficientemente inteligentes para no acercarse a él.
En toda la mañana ellos se mantuvieron lejos del castaño pero cuando llegó la hora de atender a los clientes solo lo veían, Eijun parecía bastante tranquilo y relajado pero ellos podían notar con la vena de su frente se hinchaba cada vez más, eso solo sig
