Cuando aterrizamos me quedo en mi lugar junto a Harby sin importarme qué venga a informarme. Me quedo observándolo atenta, él duerme tranquilo aunque su bello rostro está cubierto de golpes. - Hija – escucho la voz de mi padre a mi espalda y me vuelvo a verlo, rápidamente me pongo de pie y corro a sus brazos. - Papá... - digo rompiendo en llanto - Ya, hija – dice el abrazándome fuertemente – ya estás en casa. - Ayuda a Harby por favor – pido sin alejarme de él. - Ya vienen por él para llevarlo a una clínica – dice mi padre tratando de sacarme de allí. - No – digo firme alejándome de él – quiero que Harby esté en casa, yo me haré cargo de él. – me observa de una forma que no logro descifrar, pero termina ced