El Corazón del Alfa

La Manada

Dylan bajo del auto con Liam a su lado mientras que los otros dos lobos estaban frente a ellos. El lugar era increíble y Dylan no pudo evitar sonreír con nostalgia, Tyler había reconstruido la mansión como estaba hace mucho años, verla solo le traía recuerdos de ellos dos jugando y siendo perseguidos por las hermanas del lobo.

- ¿Buenos recuerdos? – le preguntó Scott mientras caminaban dentro de la mansión

- Muy buenos, creo que esos días fueron los mejores de mi vida. Hace mucho tiempo pasaba casi todo los días en la mansión con la manada de Tyler, eran mi otra familia e incluso llegué a considerarlos mi otra manada pero luego tuvimos que alejarnos y al final nunca volví y cuando me enteré de su muerte me deprimí bastante, por un tiempo pensé que él único que seguía vivo de ese tiempo era yo pero cuando supe de Tyler y Peter todo fue mejor, tuve esperanza – le dijo el albino con una sonrisa

- ¿Por qué nunca viniste a verlo?

- Han pasado más de diez años desde lo vi y cambié bastante, al ser un zorro ártico cuando nací aun no liberara a mi zorro por completo así que tenía el cabello castaño pero una vez que lo logré me volví mucho más pálido y mi cabello terminó así, no me parezco nada al niño que era en ese momento y si me recuerda solo tendrá esa imagen del Dylan de cabello castaño además de que nunca supo que mi manada era de zorros árticos. – le dijo restándole importancia

- Debe ser complicad después de todo siempre supiste que era tu mate

- A veces el amor lo vale

Scott veía con admiración al zorro, no parecía tener 20 años era como si fuera mucho más viejo por toda su sabiduría, tenía una postura demasiado madura de la vida, veía las cosas como eran y tenía la fuerza para aceptarlas y adaptarse a lo que venía. Sus ojos mostraban tanta nobleza y amabilidad, su lobo ronroneaba al tenerlo cerca, olía a manada y a hogar.

Al llegar a la sala principal se encontraron con Peter unto a un hombre de 34 años de cabello rubio castaño de ojos azules, un humano.

- ¿Dylan? ¿Pequeño? – preguntó Peter en cuanto vio al zorro

- Ha pasado tiempo Pet, me alegra ver que tú me reconozcas

Dylan se acercó para abrazar al mayor con cariño mientras podían impregnarse del aroma del lobo, le recordaba a su infancia. Peter había exactamente lo mismo que el menor, Dylan siempre fue su consentido y desde que era un cachorro era como un hijo para él, verlo vivo es lo mejor que le ha pasado en estos años.

- Nunca podría olvidarte sin importar lo mucho que cambies además siempre tuve una leve sospecha de que fueran zorros, su inteligencia siempre fue extraordinaria

- Ahora lo sabes soy un orgulloso zorro ártico

- Y hermoso – dijo Liam con una sonrisa divertida

- Aww gracias cachorro, tú también eres hermoso – le dijo Dylan con cariño revolviendo su cabello con ternura tal como una madre con su cachorro

Liam sonrió complacido sin hacerle caso a la mirada de ternura de Cory sobre él pero Dylan si lo vio y lo fulminó con la mirada, era una advertencia para que tuviera cuidado con su cachorro, no dejaría que nadie le hiciera daño.

- ¿Quién es? – preguntó Peter con interés, sabía que los zorros eran bastante cautelosos con las personas que se volvían su manada o incluso con quienes eran amigos

- Él es Liam, mi cachorro – presentó el castaño con orgullo

- Un gusto Liam, soy Peter y él es mi pareja Chris – presentó el mayor con una sonrisa amable   

- El gran Peter inalcanzable al fin sentó cabeza, eso es nuevo – se burlo el castaño pero en realidad estaba muy feliz al saber que el lobo era feliz

- Yo tampoco lo creí cuando me dijo que si podía ser su pareja – dijo Chris divertido

- Me caes bien – dijo Dylan con una gran sonrisa

- Ya somos dos muchacho

- ¿Por cierto dónde está Tyler?

- Tuvo que atender unas cosas con las manadas aliadas pero tú te quedarás aquí y conocerás a algunos de sus betas en lo que llega – le explicó Peter

- Me gustaría, si no es mucha molestia que Liam se quede en una habitación que este al lado de la mía

- ¿No vas a dormir en la Tyler? – le preguntó Cody confundido a lo que el castaño negó

- Podemos ser compañeros y amigos de la infancia pero él no me recuerda y no creo que su lobo se ponga muy contento de ver a un omega en su habitación cuando él regrese así que mejor tomémoslo nuestro tiempo, no debemos de apresurar las cosas, hay tiempo

- Dylan tiene razón, mi sobrino con su carácter podría hacer una tontería y no queremos que la diosa luna se llegué a desquitar con nosotros

- Antes de llevarlos a las habitaciones quiero que conozcan a los betas de la manada – le dijo Peter llevándolos al patio trasero donde había varios jóvenes entrenado ya sea en su forma animal o como humanos. – Chicos necesito que vengan a conocer a Dylan el mate del alfa y el pequeño Liam

- ¡Hola! Soy Allyson – se presentó una chica de 21 años castaño de ojos miel

- Soy Erika y debo decir que son adorable – dijo una chica de 23 rubia de ojos miel

- Un gusto soy Arden, novia de Scott – se presentó una chica de 20 asiática de cabello azabache de ojos café oscuro

- ¡Eres un zorro! Increíble, hace tiempo que no veía uno – dijo Dylan tomando las manos de la chica entre las suyas

- Yo debería ser la emocionada aquí, tengo el honor de conocer al último zorro ártico – dijo Arden con una hermosa sonrisa

Todos los veían confundidos.

- Cosas de zorros, como saben no son muy comunes y sin importar de que tipo sean son muy cariñosos con los que son de su misma especie – le explicó Chris

- Lo siento, es que en Canadá solo tenía a Liam y ha pasado bastante tiempo desde que estuve con los de mi especie – se disculpó Dylan algo avergonzado  

- Esta bien, lo entendemos. Debió de ser muy solitario ser el último zorro ártico – comentó Erika

- Un poco al principió pero después uno se va acostumbrando y gracias a Liam no estuve solo así que estoy bien, cuando tenga cachorros ya no seré el último zorro ártico

Los chicos sonrieron con cariño cuando Dylan había mencionado a los cachorros sus ojos se iluminaron, el omega estaba ansioso por tenerlos y todos podían entenderlo, no podía imaginar ser los únicos de su manada y especie en existir, sería demasiado solitario.

- Ahora vamos a sus habitaciones y después podremos celebrar con una gran comida – dijo Peter a lo que todos se alegraron y exclamaron con felicidad

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Los días pasaron hasta que se convirtieron en dos semanas donde el alfa aún no regresaba a casa pero para ese momento Dylan ya se había vuelto uno más de la manada, a todos les agradaba además de que era muy buen amigo de los sirvientes de la mansión ya que los ayudaba bastante en las cosas que debían de hacer, cuando le preguntaron porque lo hacía decía que no le gustaba ser atendido todo el tiempo, él tenía dos manos y podía hacer las cosas, no era justo dejarles todo el trabajo a ellos. Los betas comenzaron a hacerle caso al castaño cuando les llamaba la atención, realmente se sentía como si el castaño hubiera estado con ellos todas sus vidas y como ya fuera la luna de la manada.

Liam también se había adaptado de la mejor manera además de que pasaba mucho tiempo con Cody, quien parecía bastante interesado en el pequeño cachorro del zorro.

Dylan no solo estaba en la mansión todo el día sino que salía con los betas al bosque y entrenaba con ellos, el zorro había demostrado que era bastante fuerte y ágil, había logrado vencer a todos los lobos sin problema con quien tuvo problemas fue con Arden, la cual era igual que él en agilidad así que le dio bastante pelea pero al final pudo vencerla, también pasaba mucho tiempo con Chris y Peter en la biblioteca ya sea tomando café y charlando o solo acompañándose en su lectura.  

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El tercer día de la tercera semana el alfa Tyler llegó de su larga ausencia junto con dos de sus betas, Daniel y un moreno, se extrañó al sentir un ambiente diferente en su manada era como si estuvieran más felices, frunció el ceño cuando vio a un albino junto a su tío además del cachorro de lobo que no se separaba de Cody.

- Bienvenido sobrino, él es Dylan tu mate – le presentó Peter al albino que sonrió e inclino ligeramente su cabeza

- Hola alfa