01. Mi Primer Amor.
Dicen que aquellas chicas que aman el anime lésbico (yuri) son lesbianas ¿Mi opinión al respecto? Es una absoluta mentira. No soy fan del yuri, en realidad me gusta más el anime gay (yaoi) pero mantengo la misma opinión. Que a un chico le guste el Yaoi no lo hace gay. Así mismo, que a una chica le guste el yuri no la hace lesbiana; ahí abarca mi opinión.
El sol resplandecía mientras que los pétalos del lirio se movían al son del viento por toda la entrada de la secundaria para chicas donde todas entrábamos, yo conversaba alegremente con mi grupo de amigas: Victoria Asuaje, Gabriela Suárez, Micaela Martínez, y Alexandra Torres. Todas somos fujoshis, es como un sueño. Estábamos hablando del anime que había salido en los 80‘s.
— La balada del viento y de los árboles— agregó Alexandra.
— ¿Tiene escenas sexuales al estilo sensitive?— todas reímos por el comentario de Micaela. Tan pervertida. Me reí en mis adentros...
— Me muero por ver a Gilbert en acción— gimoteó Gabriela.
— No— negué con la cabeza— no es estilo sensitive... Es de los 80‘s. Es imposible que publicaran un Yaoi fuerte en esa época... En aquel entonces ese era fuerte, pero ahorita... Casi es un shonen ai— todas se rieron con ese comentario.
— Sin embargo no es mi favorito— hice un puchero en cuanto dije eso.
— Es que ninguno es tan bueno como sekaiichi hatsukoi— señaló Micaela.
— Ni koi suru boukun— interrumpió Victoria.
— Pero hay que admitir que es muy bueno ¡La trama de un homofóbico enamorándose de un homosexual atrapa!— Impuso Alexandra.
Mientras seguíamos hablando de Yaoi, la vi a ella en medio de los pétalos del Lirio; una chica realmente hermosa, sus cabellos eran como rosados, usaba una clineja de lado, su rostro era delgado,pequeño y delgado igual que su nariz y sus labios rosados. Sus ojos eran oscuros y grandes, aunque paercía que tenía el ceño fruncido, junto a una mirada muy seria, me costaba distinguir el color de estos a esta distancia, ella estaba caminando en el rincón de la escuela, nuestro uniforme consistía en un yumper modelo escocés color marrón, camisa manga larga de seda blanca a pesar de ser secundaria, y botas altas color marrón oscuro, medias negras. Era como combinar el uniforme de j***n con el yumper escocés, pero quedaba bien, aunque a aquella chica le lucía perfecto, hermoso, radiante. Yo misma sé que mi personalidad está retorcida o que tengo problemas serios, pero podría considerar esto, como un amor a primera vista ¿No? Todo en aquella chica me parecía perfecto. Ella parecía mayor que yo a decir verdad. Si lo es le diré Eli.
Aunque ella es una mujer, y yo igual, no tiene sentido que nos enamoremos, aunque yo no tengo remedio así que ¿Qué se le puede hacer? Aunque igual, no me permitiré enamorarme de una mujer, ¿Qué diría o haría mi mamá si eso pasara? Aunque esa chica no era una mujer cualquiera, ella era simplemente ella, así que fue inevitable que una ola de sentimientos crecieran en mi corazón "Es solo una mujer, mantente alejada" me decía a cada momento, me dije desde los 12 años. Ahora tengo 15 y este estúpido sentimiento sigue siendo un "Primer amor" Elizabeth Pérez Acosta es mi primer amor.
Desde los 12 años a pesar de no permitirme enamorarme de una mujer supuestamente, la espiaba siempre, ella al estar sola se le veía tan tranquila, tan pacífica, era una chica tan hermosa y femenina, tan pacífica, pura, de buen corazón, esa es la Eli que he visto siempre, al espiarla siempre hacía lo mismo. Caminar solitaria, a veces se quedaba escondida en un árbol al rincón oculto de la secundaria, leyendo manga lo cual me emocionaba, no sé qué género es pero se veía que lo disfrutaba mucho, a veces. Otras tenía caras de repugnancia, otras, caras graciosas, verla reir era la perfección, siento que su mirada se separa del manga a lo cual me aferro a la pared donde ella no pudiera verme, espero segundos mientras mi corazón latia con fuerza, con energía, con rapidez,con alegría y todo por ella. Por una mujer como yo ¿No podía solo desaparecer este sentimiento tan incómodo y molesto? ¡No quiero sentirme de este modo! No quiero cargar con un amor unilateral, no quiero un primer amor no correspondido. Aunque tengo 3 años cargando con uno, solo quiero dejar de pensar en Eli. En la hermosa Elizabeth que se ha robado mi corazón, y que ni siquiera sabe quién soy. Ahora es un día común y corriente luego de todo este tiempo.
En todas las clases, en receso, en el club de fujoshis (siendo fujoshis las fans del anime gay), en todos lados solo pensaba en ella, en Eli. Era tan hermosa y perfecta que no podía sacármela de la cabeza, estuve pensando en aquel rostro, en aquella tranquilidad, en aquella puireza, en aquella belleza y perfección. Eli es la perfección personificada, me encantaba su hermosura, su belleza, ella lucía tan femenina. Comienzo a escuchar algunos rumores, conversaciones a las que no suelo prestarles atención.
— Elizabeth no hace más que holgazanear, posee un carácter tan repulsivo— dijo una de las chicas.
— Es de lo peor, dígame en la clase donde estábamos ¡Más calculadora no pudo ser! Le encontró errores al profesor los cuales no le perdonó.
— ¡Se pasa!— exclamó otra de las chicas— alguien tiene que poner a Elizabeth en su lugar— seguí caminando como si nada hasta sentir a alguien casi empujándome mientras pasaba, una chica me tropezó sin tener el más mínimo cuidado.
— ¡Hey!— exclamé furiosa— ¡¿Te cuesta mirar donde caminas o pedir disculpas?!— siento su sombra.
— ¡Elizabeth no...!— ella se me acerca con una mirada muy repulsiva, era la chica que había visto, ¡Eli!
- E.. Elizabeth— susurré sin darme cuenta.
— ¿A quién crees que le gritas niña?— dijo muy molesta acercándose a mí.
— A ti— dije empujándola, ella me tomó del brazo acorralándome a la pared más cercana. ¿Qué crees que...?
— Cállate— Me interrumpió— Tú eres la que se metió en mi camino.
¿Me había enamorado a primera vista de esta cosa? No podía creerlo.
— Aléjate— supliqué.
— No te haré nada— dijo susurrando sobre mis labios haciendo que mi cuerpo temblara— porque no vine por ti. Pero, no vuelvas a meterte en mi camino, porque no te la perdonaré— ella solo se alejó como si nada, la vi arder con las otras chicas, miró a una de las que estaba hablando de ella, le dio una fuerte bofetada mientras todos miraban sorprendidos.
— ¡Elizabeth!— exclamó el director— ve a la sala de castigo, te quedarás ahí por dos horas.
— Las dejo chicas— dijo Elizabeth guiñándoles el ojo— sigan hablando de mí, y les apareceré en la noche— ella lanzó un beso con el más puro sarcasmo.
Eli no era una chica inocente, era una muy dura mujer, era de lo peor, solo quería ahorcarla en ese mismo momento.
— ¿Estás bien?— dijo una de las chicas, yo solo asentí mareada por lo que pasaba. El aliento de Elizabeth todavía reinaba en mis labios, su olor, toda ella, a pesar de ser un monstro total, ella sigue en mi rostro, en mi brazo, en mi cabeza, y en mi corazón— Elizabeth es muy mala, realmente, no te metas en su camino.
— Lo tendré en cuenta— admití— así como yo no me meteré en su camino, tú no hablarás de ella, o tendrás problemas también.
— ¡Huy qué quisquillosa!— exclamó la chica yéndose repulsivamente, yo solo la miré fríamente.
Me vuelvo al club fujoshi, las chicas veían Hybrid child, un anime que salió no hace mucho a decir verdad, yo ya lo había visto, pero verlo de nuevo no está mal ¿O sí? Y más para una fan del Yaoi o shonen ai como yo.
No evité malpensar cuando Kotarou se entera de que el cuerpo de Hazuki es frío, a Micaela le sangró la nariz, todas nos quedamos esperando que pasara algo y... ¡No pasó nada! Nuestras caras malhumoradas de desilución salieron a flote al instante ¿Cómo le hacen esto a una fujoshi? ¡Esto no deberían hacérselo a la gente! Debería denunciar esto, ¡Va en contra de la ley orgánica de la paz fujoshi! Todas pasamos nuestro cólera terminando de verlo.
Hubo en total tres partes tristes en las que lloramos, tanto de tristeza como de felicidad, partes donde nos reímos hasta el final, fue demasiado lindo el anime, quisiera que hubiera más. Pero no hay, al terminar todas nos pusimos a debatir sobre el anime, sobre la trama, dibujos, lemon que no tiene en este caso, en la parte donde nuestras mentes cochambrosas malpensaron, todo eso...
Luego del debate en el club en receso que es una hora, volvimos a nuestras clases las cuales mataban del aburrimiento. Teníamos un examen, nosotras claro, somos ingeniosas y colocamos las respuestas escritas con el alfabeto hiragana. Palabras clave con katakana, etcétera, el profesor ve los textos en otro alfabeto pero no nos dice nada, por supuesto que esto no funciona con todos nuestros profesores, algunos nos quitan en examen, otros nos mandan a borrarnos el texto de los brazos, o del pupitre, etcétera...
De repente mientras veía mi brazo y anotaba las respuestas siento que alguien me arrebata el examen
— ¡Vamos a la sala de castigo!— dijo el profesor mirándome.
No. No quiero ir con Elizabeth. Tengo miedo de lo que vaya a hacerme...
— Profesor— dijo riéndome— ¿Por copiarme? Solo quíteme el examen, tome— dije cediéndole lo que quedaba de mi examen. Borrándome también las respuestas.
— ¿Cómo lo supo?
— Sencillo. Aprendí a leer en hiragana y ahora sé tus respuestas escritas, ¡Ahora quiero ver los brazos de todos los demás! Una vez que vuelva— al menos las chicas borrarán las respuestas y no tendrán problemas.
Tomo mi bolso mientras el profesor y yo salimos. Camino por los pasillos con el profesor, llego a la sala de castigo a la que nunca había ido antes en toda mi vida. Sí. Era la primera vez que venía para un sitio como este, no se me hacía nada agradable tener que venir por una estúpida chuleta escrita en japonés. Pero así es. Lo peor es que tendré que verle la molesta cara a ella, a Elizabeth ¡No quiero verle esa cara molesta de tipa desquiciada! Me estaba dando tanto miedo ¡No quería! Pero no podía protestar. Porque solo me traería más problemas.
Entonces llega, el profesor abre la puerta de la sala de castigo, a la que sin más remedio entro. El profesor cierra la puerta con llave ¡¿Qué?!
— Mmmm— iba a comenzar a protestar justo cuando esa chica que estaba ahí me interrumpe, que no sea ella, que no sea ella...
— Si hablas solo conseguirás que te castiguen más tiempo— dijo quien por desgracia era ella ¡Qué molesto!— Comprendo que no te agrade ver mi cara pero te vas a tener que aguantar porque ahora tendrás que quedarte conmigo hasta que nos levanten el castigo— “¡Uf! Qué candela, alguien que llame a los bomberos” pienso en mis adentros— Con que es la chica que se molestó porque la tropecé— dijo ella sarcásticamente— Si quieres lo haré una vez más con mucho gusto— añadió con su molesto tono.
— Eli— dije. Oh no.
— ¿Con que Eli? Interesante, te dejaré que me llames así, pero si alguien más lo hace, no me apiadaré.
— Ya no hablemos— refunfuñé con mi impaciencia a flote— eres un estrés.
— Gracias— dijo— me halagas, ahora si me permites, veré anime.
— ¡Oh! ¿Qué género? ¿Yaoi? ¿Ecchi? ¿Gore? ¿Hentai?
— ¡¿Acaso tengo cara de ver hentai?! Esos miembros masculinos me dan nauceas, ¡Y cuando se corren! ¡Si quieres vemos hentai y vomito en tu cara al ver esas asquerosidades!— Ella era realmente cascarrabias. Odiaba que fuera así.
Nos quedamos viendo anime, era Yaoi para mi buena suerte, su cara era seria y molesta al principio, pero en segundos todo mejoraba, veíamos Maiden Rose. Al principio ella se veía feliz, pero a mí no me gustaba como estaban dibujados casi todos, solo el hermoso uke era el único que me encantaba.
En el lemon las dos nos emocionamos al mismo tiempo, del mismo modo, pusimos las mismas sádicas miradas juntas, era como ver Yaoi con mis amigas, llega una parte triste en la cual lloro mientras ella se burla de mí.
— ¡Qué llorica eres!— exclamó ella— Sí es triste pero no para llorar.
Me quedé callada, cualquier palabra podría arruinar el momento, estaba disfrutando de un hermoso Yaoi con Elizabeth, me sentía como Klaus se sentía, "Es el dulce aroma de una flor" Sí, así como para Claus, Elizabeth es como Taki, como el dulce aroma de una flor, para mí. Para mí... Mis ojos comienzan a aguarse de nuevo mientras mis mejillas se enrojecían... Para mí, Elizabeth es como el dulce aroma de una flor. Para ser más específica, de un lirio.
Soy Amelia Jaramillo, tengo 15 años, y así fue como conocí y me envolví a un mundo desconocido por mi primer amor.