Ángela despertó en el coche, pensando que todo era una pesadilla, al mirar la cara de preocupación de su hermano pequeño entendió que no lo era, eso estaba tramando su padre. Le entraron ganas de vomitar y abrió la puerta del coche soltando todo en la acera, volvió a sentirse mareada, su hermano le ofreció agua amablemente y después la acompañó a casa. —Descansa, mañana te ayudaré a escapar de esto. —le dijo su hermano preocupado, ¿Le importaba ?, ¿Iba a ayudarla de verdad?, saber que no estaba sola hacía que viera un poco la luz. Se tumbó después de cerrar la puerta con pestillo, no correría riesgos con su padre, seguía con el estómago revuelto y esperaba encontrarse mejor después de dormir, pero se despertó en medio de la noche vomitando y sintiéndose mal. Cuando se despertó por la ma