—Estoy bien, de hecho sorprendido, ¿Qué haces aquí? —Eso sonó grosero, pero es que él realmente no sé lo esperaba. Sam mira de inmediatamente a Lourdes y le hace una mala cara, por lo que Lourdes se disculpa con ella. —¡Sorpresa! —dijo Lourdes nerviosa. —Parece que ya tenemos la respuesta. —Sam se cruza de brazos. —¿Cómo así? ¿No sabías que vendría a verme? —pregunta Agustín. —De hecho, pensé que sería un viaje de chicas. —Arquea una ceja—. Se supone que ella tenía una urgencia y antes de subirme al avión descubrí que esa urgencia eras tú, solo acepté acompañarla porque se sintió mal al cambiar nuestros planes. —Entiendo, ¿por qué no me dijiste amor? —Agustín mira a Lourdes. —Porque tengo todo lo que quiero. —Le guiña el ojo y besa sus labios. —Pero avisarme no estaría mal, tal vez