"Podrás engañar a todos durante algún tiempo; podrás engañar a alguien siempre; pero no podrás engañar siempre a todos."
Abraham Lincoln
Mientras se soba la oreja, aún caliente del golpe que recibió, Mateo trata de mantenerse recostado hacia la pared ocultándose de estar visible para Ariadna. Por una extraña circunstancia, ella siente que la observan desde atrás y en repetidas ocasiones voltea para ver hacia la mesa donde está sentado Mateo.
—Oye, bebé ¿Qué te ocurre? Pareces nervioso y como si te escondiera de algo o de alguien —voltea a ambos lados— ¿No me digas, que te apena que te vean conmigo? —pregunta haciendo pucheros.
—Joder, no pasa nada. —se levanta por segunda vez— Ya regreso que ando con el estómago como concierto de trombones.
Mateo se mete al baño tratando de dar tiem
