Lo observo por un par de segundos. Es alto, pero no tanto como el hombre que escondo en mi casa, aun así, y bajo su chaqueta negra, puedo saber que es robusto, tiene mala cara, una leve cicatriz en su ojo y estos se ven oscuros aun cuando noto que son de un color claro. No, no me da ni un poco de buena espina. - No, está equivocado – con indiferencia, entro en el edificio, intentando disimular lo tensa que me encuentro por la situación. - No, no lo hago, tu eres Gabrielle Hopkins - ¿y este como sabe quién soy y que mierda quiere conmigo? - ¿Si lo sabes para qué preguntas? – arqueo la ceja hacia él, pero solo lo volteo a ver un par de segundos antes de caminar rápidamente hacia las escaleras. Definitivamente no quiero que sepa en donde vivo, pero no sé a dónde más podría huir ahora mism