La declaración se había repetido continuamente y se había intercalado con lanzamientos de rayos paralizantes regulados al mínimo, que se habían lanzado sin daños y por periodos breves, a su vez, a los reni que dormían, creando en ellos la ilusión de la pérdida de sentidos ante la inefable divinidad. Por otro lado, sobre algunas zonas que los satélites exploradores habían considerado con absoluta certeza como desiertos, se habían lanzado pequeñas bombas disgregadoras como ejemplo de potencia militar; a fin de que todos los tinnianos se dieran cuenta de la fuerza de esas órdenes, se habían retransmitido imágenes televisivas de las explosiones a través de satélites de telecomunicaciones, puestos en órbita a propósito desde la cronoastronave, dirigiendo dichas imágenes a los repetidores de víd
