—El señor Maloy, no se caracteriza por la amabilidad, que no te extrañe su mala forma de portarse y de relacionarse— Le comenta con ironía Adela. —Técnicamente, el es mi empleado señorita Wood— Sonríe cínico. —No me interesa lo que piense Señor Maloy, consígase una secretaria, aunque creo que con Lucien le basta y le sobra en esta oficina— Ella lo mira por primera vez a los ojos. —¿No le parece?— Pone sus brazos en taza sobre sus cadera. —Yo soy tan dueño como usted— Le recuerda con voz ronca. —Kevin es mío, y no voy a permitir que lo use— Informa con una mueca de enojo en su rostro. —Apúrese, la espero afuera— Es lo único que dice con los labios fruncidos. —Como sea— Pone sus ojos en blanco. —Ah... y por cierto— Se vuelve hacia ellos de nuevo. —El desayuno estaba excelente señor K